jueves, 2 de diciembre de 2010

grietas


EL NACIONAL - Miércoles 01 de Diciembre de 2010 Cultura/4
Claudia Piñeiro observa e ironiza sobre las fisuras de la sociedad
Las grietas de Jara explora la crisis moral, el vacío y la hipocresía de la clase media
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ

Lo primero que se le ocurrió a Claudia Piñeiro fue la imagen, como una fotografía, de un arquitecto trabajando solo en el boceto de un edificio que bien sabe nunca llegará a construir.

Luego, el personaje comenzó a moverse en su cabeza cuando el hombre vio caminar por el pasillo de su oficina a una compañera de trabajo con la que nunca podrá tener nada.

Con ambas figuras en su mente, la autora nacida en Buenos Aires en 1960 se sentó a escribir Las grietas de Jara, el libro que ganó este año el Premio Sor Juana Inés de la Cruz, galardón que se entregará hoy en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.

El jurado, integrado por las escritoras Malena Mijares, Sandra Lorenzano y Martha Cerda, decidió a favor de la obra de Piñeiro "porque explora, a partir de situaciones y elementos absolutamente cotidianos, la corrupción y amoralidad que se han instalado en nuestras sociedades y (...) el deterioro de las relaciones humanas en los diversos ámbitos en los que se desarrollan, públicos y privados".

El vértigo del vacío. Las grietas de Jara representa con mucha ironía una reflexión sobre la crisis de la madurez, los problemas maritales y las dificultades que afronta la clase media argentina, ante lo cual Piñeiro presenta un vacío que abre grietas en las vidas de sus personajes. Cuenta la historia de Pablo Simó, un arquitecto que está harto de su trabajo y de su esposa, Laura; y que tiene 20 años viviendo una vida que no quiere vivir, hasta que se enamora de una compañera de trabajo.

La autora se preocupa en hacer críticas a la clase media porque piensa que en ella es más evidente la experiencia del vacío; considera que va unida a la hipocresía de continuar con situaciones que no son demasiado satisfactorias por el simple hecho de mantener las apariencias, las reglas sociales o por la religión.

La visión sarcástica de esta clase es una constante en los trabajos de Piñeiro, cuya primera novela fue Tuya (2005).

En el año 2007 publicó su segundo libro, Elena sabe. Las viudas de los jueves obtuvo el Premio Clarín de Novela en 2005 y fue llevada al cine por Marcelo Piñeyro. La obra en la que trabaja actualmente se burla de las situaciones a las que se ha visto enfrentada desde que decidió dedicarse a escribir, una pieza que está lista pero aún no tiene título.

"La novela que estoy terminando se refiere a las personas que andan solas por el mundo y que se van juntando porque son seres solitarios. Habla de cómo son las relaciones sociales hoy en el mundo. También escribo allí sobre el periodismo, que en mi país está ahora muy observado, porque me atrae mucho escribir sobre cosas que pasan en la sociedad mientras escribo", cuenta.

Además de narradora, Piñeiro es dramaturga y guionista para televisión. Revela, sin embargo, que el género literario que más le gusta es el narrativo, porque la hace sentir más cómoda: "Me gusta el desarrollo del personaje y para eso necesitas el tiempo de la novela para poder hacerlo".





Poema y novela
El Premio Sor Juana Inés de la Cruz es un reconocimiento al trabajo literario de las mujeres en el mundo hispano, instituido en 1993, que se otorga a la autora de una novela publicada originalmente en español. El año pasado lo ganó Cristina Rivera Garza por su novela La muerte me da ­la misma autora ganó este galardón en 2001­ y en 2008 le correspondió a Gioconda Belli, por El infinito en la palma de la mano.

"El premio no es para la literatura femenina, sino a las escritoras mujeres y todas escribimos cosas diferentes, como todo el mundo. Me parece bueno que no busquen un estilo de novela", señala Claudia Piñeiro, que fantaseaba con ganarse este premio desde que decidió dedicarse a la escritura, por su importancia para las autoras en lengua hispana.

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