jueves, 2 de diciembre de 2010

apuntes sobre la venezuela profunda


EL NACIONAL - Domingo 28 de Noviembre de 2010 Siete Días/4 entrevista
Jesús Machado "El alma de los venezolanos no está quebrada por las identidades políticas"
El coordinador del Observatorio de Participación y Convivencia Social del Centro Gumilla comenta cómo el concepto de socialismo ha ido ganando terreno en virtud del discurso presidencial. Pero el sociólogo recuerda que la mayoría rechaza el modelo cubano y prefiere una opción política propia
GLORIA M. BASTIDAS

Jesús Machado estudió los tres primeros años de bachillerato en el Instituto Educativo Virginia de Ruiz, de Fe y Alegría, y completó la educación secundaria en el liceo Fermín Toro.

En 2001, egresó de la Universidad Central de Venezuela como sociólogo. Es, actualmente, coordinador del Observatorio de Participación y Convivencia Social de la Fundación Centro Gumilla. Como buen discípulo de los jesuitas, le huye al análisis maniqueo. Al blanco y al negro. Se inclina por pescar los grises. "El país no es como una moneda, que tiene dos caras. Es muy complejo", dice de entrada. Machado se aboca en esta entrevista a comentar dos estudios auspiciados por el Centro Gumilla que trazan una suerte de mapa ideológico de los venezolanos. Cartografía intrincada.

Uno, el más reciente, realizado en junio pasado, es sobre socialismo y democracia en la cultura política venezolana y sus respuestas a lo social. Se trata de un sondeo cualitativo realizado en los estratos D y E de acuerdo con la técnica de grupos focales (focus group) en las ciudades de Caracas (municipio Libertador, con influencia chavista), Maracaibo (con influencia opositora) y Barquisimeto (marcada por el conflicto entre el chavismo y el gobernador Henri Falcón). Una investigación que refleja cómo el término socialismo ha ido posicionándose en la agenda del ciudadano común y que coloca sobre el tapete otro asunto capital: el rechazo de los sectores populares al modelo de socialismo cubano.

El otro estudio, de más vieja data (septiembre/octubre de 2009), pero con absoluta vigencia, y útil para entender el que le sigue, es de carácter cuantitativo: está basado en una encuesta, aplicada a 2.000 personas en 22 estados del país, sobre las valoraciones de la democracia.

Después de realizar esta indagación, y de agrupar coincidencias y diferencias, los investigadores de Gumilla dividieron el país en cuatro grandes conglomerados: Los demócratas socialistas moderados (33%), los demócratas socialistas siglo XXI (31%), los demócratas liberales (27%) y los autoritarios (9%).

¿Qué significan esas cifras gruesas? ¿Que la mayoría de los venezolanos son socialistas? ¿Los ha convencido el Presidente? Machado trata de despejar éstas y otras interrogantes.

--¿Qué hallazgos importantes arroja el estudio sobre el socialismo y la democracia? --Todos los grupos coinciden en rescatar del socialismo la preocupación por lo social.

Ahí coinciden los opositores, los chavistas y los que se auto identifican como Ni-Ni. La oposición al socialismo no es un problema de carácter ideológico sino político. Eso produce un respiro porque sugiere que la confrontación que hay en el país no es algo de fondo: como sociedad no estamos fracturados, el alma de los venezolanos no está quebrada por las identidades políticas. Hay niveles de coincidencia en identificar ventajas del socialismo.

¿Cuáles son esas ventajas? Lo que tiene que ver con derechos sociales: salud, alimentación, educación, trabajo, vivienda.

Simplemente: atención a lo social igual a socialismo. Lo que se ha dado en llamar socialismo transaccional. Hay un reclamo por derechos sociales y económicos frente a los cuales ningún Estado puede sustraerse. Como se trata de grupos focales, el estudio no tiene una representatividad estadística sino analítica.

--¿En qué otro aspecto coinciden? --Los tres grupos coinciden en el rechazo al socialismo cubano. Que no puede entenderse como un rechazo al socialismo en términos generales, sino a esa modalidad de socialismo.

¡Qué interesante! La reflexión que podemos hacer es que hay una inteligencia popular cuya propuesta se diferencia de la propuesta de los operadores políticos. Pareciera que las elaboraciones populares están como mucho más avanzadas y mucho más complejizadas que las de los operadores políticos.

Dicen: "Yo reconozco que Cuba tiene unos elementos bien importantes: atención en salud, seguridad, deporte, pero yo no quiero eso". Los sectores populares, al menos los que apoyan la opción actual de gobierno, dicen: "Sí, yo soy chavista y doy la vida por Chávez, pero ese modelo, no, ahí sí que no acompaño a mi Presidente".

--Ponen un límite... --¿Qué significa eso? Que la gente va teniendo también independencia de criterio, aun cuando tenga una identidad política definida y quiera defenderla hasta las últimas consecuencias. Pero entienden que es necesario buscar un camino propio de construcción de una alternativa histórica de modelo de país. Y que también evalúa que el modelo cubano actual en las condiciones en que está no presenta viabilidad ni sostenibilidad. Y eso es de considerar.

--Y en cuanto a la democracia, ¿qué elementos interesantes encontraron? --La gente le atribuye a la democracia tres características básicas: una tiene que ver con el ejercicio de las libertades (libertad de expresión, libertad de asociación, libertad de hacer lo que quieras), otra tiene que ver con deberes y derechos (partiendo de lo que establece el texto constitucional) y el tercer elemento tiene que ver con el voto; mientras se vote, hay un ejercicio de la democracia. Pareciera que la democracia es algo que se tiene seguro. Todos somos demócratas, todos nos identificamos con la democracia. Pero hay algo muy importante que observamos en los grupos focales y que se expresó, incluso, en el lenguaje corporal de los entrevistados: la democracia no suscita pasiones extremas.

--José Virtuoso señala que lo que los venezolanos entienden por democracia ha ido cambiando. Ahora, elementos como la equidad, la inclusión y la participación son fundamentales para la gente. Es decir, el concepto ha mutado. --La democracia se legitima en la medida en que puede dar respuesta a problemas sociales en particular. Lo que también revela un problema delicado. En el momento en que esa democracia no pueda resolver temas sociales, pierde total legitimidad. No hay una identidad abstracta con la idea de democracia. ¿El ejercicio de las libertades ciudadanas? No, tiene que resolver cosas concretas. Esto me hace recordar el discurso de Rafael Caldera en febrero de 1992: no se le puede pedir al ciudadano que se inmole por un sistema que no le da respuesta a sus necesidades. La capacidad analítica de Caldera fue bastante clara.

Estaba poniendo en evidencia que el sistema democrático que se había instalado en 1958 había perdido legitimidad precisamente porque no había sido capaz de dar respuesta a las necesidades de un amplio sector de la población.

--Ustedes establecieron cuatro conglomerados. Los socialistas del siglo XXI y los socialistas moderados suman 64% ¿Quiere eso decir, definitivamente, que la mayoría de los venezolanos hoy son socialistas? --Pareciera que sí. Pero la respuesta no es tan sencilla. Lo que hicimos fue ir detallando preferencias y opciones y una vez que tuvimos el cuestionario empezamos a agrupar todos los iguales. Luego vimos las características distintivas de cada uno de estos cuatro grupos. Uno, que básicamente reflejaba la propuesta chavista: son los socialistas del siglo XXI; otro que reflejaba básicamente la propuesta liberal; otro que se asemeja a la propuesta socialista pero que establece matices, moderaciones. Ciertamente que pudiéramos preguntarnos: ¿somos socialistas los venezolanos? Hay tal vez un desplazamiento del centro político hacia la izquierda. En todo caso, nosotros lo que sí reivindicamos es que hay una preocupación de la mayoría de la población por responder las necesidades que tienen que ver con derechos económicos y sociales de la sociedad venezolana.

--La otra cosa interesante que arroja el focus group, y lo comenta el politólogo Luis Salamanca en la revista SIC, es que el término socialismo está en el "picoteo" del venezolano.

El presidente Chávez ha logrado colocarlo en la agenda. --Si uno rastrea las ideas socialistas en la sociedad venezolana, las encuentra desde la década de los veinte: Pío Tamayo, los Machado, la Generación del 28. Pero era, fundamentalmente, un asunto de grupos universitarios, de grupos políticos, de partidos. No se trataba de un tema de discusión extenso en toda la sociedad. Lo que también se puede explicar por la acción anticomunista: el inciso sexto de la Constitución gomecista; después, la proscripción del Partido Comunista, luego lo que significó la lucha insurreccional de los setenta. Partidos como el MAS, el MIR o la Liga Socialista nunca tuvieron un caudal de votos significativos.

Lograban sacar diputados por cuociente, pero no levantaban adhesiones masivas. La perspectiva cambia a partir de 2005, cuando el Presidente plantea la propuesta del socialismo del siglo XXI.

--Pero la satisfacción de las demandas sociales y económicas sigue pendiente. ¿La gente percibe que le han resuelto sus problemas? --Si yo históricamente me he sentido excluido y otro, que es una figura de poder importante, me reconoce, me rescata del anonimato, me incluye, eso es grande. ¡Pero es que no le han resuelto nada! A mí no me importa. Me reconocieron como sujeto, me nombra, sabe que existo. Y eso a nivel simbólico tiene un peso enorme. Amplios sectores de la población sienten que ese reconocimiento los hace existir. Y en ese sentido, el socialismo es una opción mayoritaria porque un líder propone a sus seguidores el que sea de esa manera y lo siguen. El tema de las mayorías en los procesos electorales. Aunque no nos guste, es así. Y por supuesto lo que significa desde el ejercicio de la Presidencia su concepción de socialismo: ¿es un socialismo totalmente democrático, participativo, protagónico o es dirigista, autocrático?

--Para usted, ¿es un socialismo democrático? ¿O vamos al modelo cubano? --No existe un recetario único para el socialismo. Hay particularidades en el modo como se construyó el socialismo en la Unión Soviética, en China, en Vietnam, en Cuba. La experiencia venezolana también es rica en eso. El MAS, ¿qué era? Una crítica al modelo de socialismo soviético: planteaba un socialismo a la venezolana. El socialismo puede tener expresiones autoritarias, pero también puede tener expresiones democráticas. Hay elementos del socialismo que se construye acá que sugieren que es un socialismo que a veces no dialoga, que es muy dirigista, que tiene elementos burocráticos y autoritarios. ¿Que eso pueda degenerar y acentuarse? Sí, es posible hipotéticamente. Pero también es posible que haya más procedimientos y actitudes democráticas. No estoy surfeando la pregunta, sino que la complejidad de lo social impide determinar qué puede pasar.

Los procesos sociales, históricos y políticos no son lineales en su desarrollo. Pero hay dos cosas importantes: la gente rechaza el modelo cubano y, luego, el modelo cubano mismo se está redefiniendo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario