sábado, 16 de octubre de 2010

el muchacho de la familia


EL PAIS, Madrid, 10 de Octubre de 2010
El hijo de Kim Jong-il fue nombrado recientemente general de cuatro estrellas y miembro de la dirección del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte
Editorial: La sucesión norcoreana

El gran cónclave norcoreano acaba de comenzar y ya ha alumbrado la que probablemente sea su decisión principal. Kim Jong-un, el más joven vástago del dictador Kim Jong-il, y un desconocido para los sufridos norcoreanos hasta esta misma semana, ha sido hecho general de cuatro estrellas, con 27 años, y miembro de la poderosa Comisión Militar, a las órdenes directas de su enfermo padre. Se pone así solemnemente en marcha la sucesión en el único país cerradamente comunista que funciona con los requerimientos dinásticos de una monarquía. Le acompañaran en presumible función de regentes una hermana de su padre, promovida también a las más altas instancias, y su marido, mano derecha del líder supremo. Kim Jong II

A FONDO

Corea del Norte es uno de los Estados más opacos del mundo y el más impredecible en sus exabruptos internacionales e intenciones nucleares. Si algo resulta evidente -y el nombramiento de Kim Jong-un como general lo confirma- es la preeminencia absoluta del Ejército como fuerza incontestable, a la que se dedica el grueso de los presupuestos de un país en la indigencia y aislado, con China como único y poderoso aliado y benefactor. El colapso de Pyongyang tendría consecuencias impredecibles para la dividida península coreana y el conjunto del sudeste asiático.

La otra fuerza norcoreana es el Partido (único) de los Trabajadores, cuya magna conferencia -la anterior de semejante importancia se celebró hace 30 años- escrutan estos días los arúspices con la esperanza de adivinar algún cambio prometedor, político o económico, en el rumbo de un régimen tan peligroso como impenetrable. Se analizan factores como la educación occidental del joven heredero o el grado de intimidad entre Kim Jong-il y su ascendida hermana. Unos enredos de palacio, estos, que resultarían básicamente cómicos si no tuvieran por escenario un país con armamento atómico y cohetes capaces de hacer blanco.

EL NACIONAL - Domingo 10 de Octubre de 2010 Siete Días/6
Lady Macbeth de PyongyangYURIKO KOIKE*

Todo parece indicar que el régimen comunista de Corea del Norte va a hacer su segunda transmisión dinástica del poder, esta vez de Kim Jong-il, que ha gobernado desde 1994, a su hijo menor, Kim Jong-eun. La asamblea general del Partido de los Trabajadores de Corea del Norte, que se celebra por primera vez en 44 años, es la señal más clara hasta ahora de que el "Amado Dirigente" Kim, que está gravemente enfermo, va a pasar la corona en el reino fundado por su padre, Kim Il-sung.

Una razón por la que se produce una sucesión dinástica es la de que Kim Il-sung creó una ideología nacional, Juche, que mezcla el comunismo y la autarquía con una gran dosis de valores confucianos. El confucianismo exalta un vínculo idealizado entre padre e hijo como modelo de todas las relaciones humanas, incluida la del gobernante con los gobernados.

Por eso, así como el deber absoluto de un confuciano es venerar a su padre, así también el deber absoluto de un súbdito confuciano es el de venerar al gobernante.

Además, Kim Jong-il, como su padre, ha nombrado constantemente a miembros de su familia para cargos de poder. De hecho, Kim Jongeun, el tercer hijo de Kim Jong-il y su difunta consorte Ko Young-hee, fue propuesto como sucesor de su padre hace casi un año.

Los propagandistas norcoreanos proclaman "Joven General" a Kim Jong-eun, pero no está claro que vaya a ejercer la misma autoridad absolutista que su padre. No sólo es joven e inexperto, sino que, además, su tía Kim Kyong-hui, hermana de Kim Jong-il y esposa de la segunda figura de la jerarquía de Corea del Norte, Chang Song-taek, puede mostrarse reacia a que el poder se le escape de las manos.

Aunque raras veces se la ve o se la oye, Kim Kyong-hui, nacida el 30 de mayo de 1946, hija de Kim Il-sung y su primera mujer, Kim Jong-suk, ha ocupado diversos cargos importantes en el Partido de los Trabajadores, incluido el de subdirectora del Departamento Internacional y directora del Departamento de Industria Ligera.

Pasó a ser miembro del todopoderoso Comité Central en 1988 y sigue ocupando ese puesto actualmente.

La madre de Kim Kyong-hui murió cuando ésta tenía 4 años de edad.

Después de que su padre, Kim Il-sung, volvió a casarse, estuvo a cargo de diversos sustitutos de la familia. Se dice que sufrió mucho, al observar la relación entre su padre y su madrastra y el afecto de estos a sus hermanastros, y desarrolló una personalidad feroz. De hecho, parece ser que Kim Jong-il dijo: "Cuando mi hermana se pone furiosa, nadie puede detenerla. Ni siquiera yo puedo hacer nada".

Cuando Kim Jong-il empezó a vivir con su segunda esposa, Kim Kyong-hui intentó crear problemas, movida por un impulso de rivalidad. Después de que se casó con Chang Song-taek, empezó a llevar algo así como una vida hedonista, pero vigilaba detenidamente la conducta de su marido y era presa de ataques de rabia celosa ante la menor señal de infidelidad.

Kim Jong-il ha descrito a su hermana así: "Mi única familiar consanguínea de la que mi madre me pidió que cuidara hasta el momento de su muerte". Se dice que la madre de los dos, Kim Jong-suk, murió de una hemorragia al dar a luz prematuramente a consecuencia de su angustia por la relación amorosa de Kim Ilsung con Kim Song-ae. Cuentan que Kim Il-sung corrió al hospital, pero la puerta de su habitación estaba cerrada.

Cuando murió, su médico y Kim Jong-il fueron las únicas personas presentes.

Pero Chan Giryok, que fue médico de cabecera de Kim Jong-suk y ahora es doctor en la Universidad Nagoya de Japón, cuenta una historia diferente. Según Chan, Kim Jongsuk estaba en el hogar de Kim Il-sung en Pyongyang, cerca de la embajada soviética, discutiendo con él. Desde lejos, el médico vio que Kim Il-sung empuñaba una pistola. El médico, que era cirujano, no obstetra, consideró un error que lo hubieran llamado a él para tratar un sangrado excesivo a consecuencia de un parto prematuro. Cree que fue convocado para que tratara una hemorragia que tenía otra causa.

Kim Jong-il, que, se sabe, tenía mucho cariño a su madre, hubo de verse por fuerza psicológicamente afectado al presenciar el asesinato de su madre. Desde el momento de la muerte de ella, mantuvo a su joven hermana cerca de él en todo momento.

De hecho, en un país en el que raras veces existe la confianza, Kim Kyong-hui es la única familiar consanguínea en la que Kim Jong-il ha tenido total confianza. Además, los dos comparten el mismo linaje que el Gran Dirigente, o Suryong, emparentado con Kim Jong-suk por parte de madre, y están enteramente entregados a la causa de la supremacía absoluta de los Suryong y la sucesión hereditaria.

Al dirigirse al Comité Central después de la muerte de Kim Il-sung, Kim Jong-il dijo: "Kim Kyong-hui es yo mismo, las palabras de Kim Kyong-hui son palabras mías y las órdenes dadas por Kim Kyong-hui son órdenes mías".

El intento por parte de Kim Kyong-hui de ejercer el poder después del fallecimiento de su hermano, corrobora los rumores de que contribuyó a preparar un accidente de tráfico en el que el pasado mes de junio murió Ri Je-gag, funcionario superior del Partido y considerado tutor de Kim Jong-eun, que, dicen, intentó desbancar del poder a Kim Kyong-hui y sus estrechos aliados. Sean ciertos o no, los rumores indican la magnitud de la influencia de esta última.

De hecho, cada vez se afianza más la idea de que Kim Jong-il podría designar, en cualquier momento, a Kim Kyong-hui para que, después de su muerte, se haga cargo del sucesor de tercera generación, pero Kim Kyong-hui puede tener otros planes, como, por ejemplo, el de llegar a ser la sucesora del propio Kim Jong-il.

La amenaza de Corea del Norte ha sido siempre la de que podría iniciar otra guerra, ya fuera por error de cálculo o a propósito, pero, aunque el "Joven General" o su tía no resulten ser unos megalómanos trastornados, la transición que se perfila inicia una época de incertidumbre, en particular dadas las penalidades económicas de Corea del Norte.

Tanto si Kim Jong-eun o Kim Kyong-hui se proponen seguir adelante en un aislamiento desesperado o imprimir un cambio económico, carecen de las credenciales revolucionarias y del control del poder necesario para ello.

De modo que, cuando Kim Jong-il salga del escenario y la inestabilidad política se sume al desastre económico, el régimen podría desmoronarse.

El presidente de Corea del Sur, Lee Myung-bak, ha empezado a prepararse prudentemente para esa posibilidad al proponer un "impuesto especial para la unificación", que contribuiría a sufragar los costos de la posible desintegración de la dinastía Kim.

Japón y el resto de Asia deben prepararse también para ese momento.

*Ex ministro de Defensa y Asesor de Seguridad Nacional de Japón. Presidente del Consejo Ejecutivo del Partido Liberal Democrático ©Project Syndicate

Fotografía: AP

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