viernes, 11 de noviembre de 2016

GIROS

¿Una nueva edad media se avecina?
Douglas C. Ramírez Vera

La oferta económica de Donald Trump «Make America Great Again» puede transformarse en: «Will Make the America Small»
Donald Trump ofrece como principales líneas de acción de su propuesta económica las siguientes ideas.
•    Renegociar los acuerdos comerciales.
•    Tener un crecimiento del 4% anual.
•    Reducir el déficit y flexibilizar las regulaciones, bajando los impuestos a los contribuyentes más ricos.
•    Una expansión del gasto público en construcción de vías y de un muro.
•    Eliminar el seguro de salud Obamacare.
•    Revitalizar el empleo industrial haciendo que las empresas vuelvan a instalar sus plantas localmente y dejen de hacerlo en otros países.
•    Detener la inmigración, que incluyen la edificación de un muro en la frontera con México y adicionalmente que los mejicanos paguen el muro.
Ciertas medidas que propone Trump son cónsonas con el pensamiento del ala ultra conservadora del partido republicano, como rebaja de los impuestos a los ricos, ya que ellos hacen las inversiones, oponerse a los programas de salud pública, por cuanto lo consideran un “socialismo” que le mete la mano al bolsillo del contribuyente americano, pero su innovación es detener la inmigración  con un muro fronterizo. El problema es que el Chapo y sus socios ha demostrados que son muy buenos ingenieros haciendo túneles y no sé si un muro los podría detener. En todo caso hacerles pagar por el muro no es tan descabellado, si lo vemos como un impuesto a las remesas que envían los residentes mejicanos a su país, con un impuesto del 25% sobre las remesas podría en 4 años pagar el monto de la inversión y además le saldría muy baratos si contrata mano de obra de Sinaloa que han demostrado ser muy buenos en excavación y construcción.
La combinación de un gasto creciente y una reducción de los impuestos, con la eliminación de los programas sociales augura un crecimiento del déficit fiscal y un incremento de la desigualdad económica en los Estados Unidos aun cuando puede conducir a una expansión de la demanda vía consumo no garantiza mayores inversiones privadas en un corto plazo ni que las empresas americanas (incluyendo las de Donald Trump) regresen a producir en los Estados Unidos con costos más altos que los que tienen en China y la India.
Donald (no confundir con el otro pato más famoso) tiene deseos que la economía crezca un 4% anual, reducir el déficit fiscal bajando los impuestos, revitalizar el empleo haciendo que las empresas americanas produzcan en América o para ponerlo en contexto «Americans produce in America» y que las ventajas competitivas y comparativas sean decretadas nulas, que los mercados no busquen su rentabilidad entre otros “wishes”. Pero como dice un dicho español « Los deseos no preñan». Si no me cree  que Donald le pregunte al colega de Venezuela, que desea que el precio del petróleo llegue a 200 y la inflación a cero.
En otras ideas da un giro total a las políticas comerciales de los Estados Unidos de todos los gobiernos, no sólo demócratas sino republicanos también, por ejemplo el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en inglés North American Free Trade Agreement (NAFTA) fue propuesto por el Presidente Ronald Reagan en su campaña de 1979, quien fue un firme defensor del libre mercado, este fue firmado luego por el Presidente George H. W. Bush (padre) y ratificado por el Presidente Bill Clinton. El próximo inquilino de la casa blanca pretende revisar y cancelar de ser necesario esos acuerdos, eso conduciría a un aislamiento de su espacio comercial, a una reducción de sus accesos a mercados. A una nueva edad media.
En vez de decir; «Winter is coming » diríamos; «The Middle Ages approaches».

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