Estética del deterioro
Luis Barragán
Hay sentencias que quedan, como la proferida por Alejandro Mayta en la célebre novela de Mario Vargas Llosa: el deterioro no tiene límites. Solemos creer que ya está pasando lo peor, aunque las evidencias indiquen lo contrario, teniendo por magnífica fotografía la de una mesa de diálogo que espera por una nueva sesión dizque para enderezar las promesas incumplidas, perdido el proceso revocatorio que la ciudadanía inició con corajudo entusiasmo.
Otra imagen más del artificioso bipartidismo que el régimen ha concebido, diseñado e implementado, cumplimentará a sus defensores del exterior, debilitando o creyendo debilitar la solidaridad de las fuerzas democráticas que temen por el destino de Venezuela. La provechosa mano de pintura sobre una crisis embutida de la peor e interesada confusión, guarda correspondencia con el vasto maquillaje en el que invierte sus mejores esfuerzos de sonero Nicolás Maduro, auto-convencido de sus habilidades.
La única corrección que se permite el gobierno es la convencionalmente estética, disimulando todo el kitsch que segregan sus realizaciones. Por ejemplo, no debe existir anaquel alguno vacío en el califato biométrico y post-petrolero, por lo que todos los supermercados, abastos y bodegas de ocasión deben rellenarlos con las llamativas bolsas de golosinas que, encarecidas, únicamente piden desempolvarlas, honrando un paisaje de la crisis absolutamente engañoso al primer vistazo.
Las callejuelas, calles y avenidas del país estarán repletas de los motivos propios de la forzada festividad decembrina, aunque las sepamos despojadas del espíritu navideño que congregaba a creyentes y no creyentes. El trenzado de los postes, como el enmascaramiento de las paredes, hablará de una salutación de fines de año que burócratas y contratistas de buen puntaje aspirarán a rematar orillados al Sena, sólo por el jugoso negocio gráfico que significa cubrir los caseríos, ciudades y pueblos.
De ilimitado alcance, el deterioro admite una variedad de versiones estéticas de buen o mal gusto. Sin embargo, siempre habrá lo peor, como el injustamente olvidado Presupuesto 2017 que lleva en sus alforjas la promesa hiperinflacionaria que, así se vista se seda …
28/11/2016:
http://www.noticierodigital.com/2016/11/estetica-del-deteriorohttp://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=52497
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