domingo, 25 de marzo de 2012

SALIR DE SÍ PARA ENTREGARSE AL OTRO Y LOS OTROS


San Juan: 12, 20-33

En su homilía de hoy, el Padre José Joaquín Albístur (SJ), refirió a los seis días anteriores a la detención y Pasión. Fiesta de Pascua, debían los judíos ir al Templo por lo menos una vez al año. Los judíos griegos tuvieron curiosidad de conocer a Jesús.

El pasaje tiene sus matices sombríos, siendo una narración un poco enigmática. Civilización agrícola, la semilla de trigo era una bendición de Dios. Los judíos y los apóstoles no entendían lo que Jesús decía, después lo harán. Nosotros algo entendemos, iluminados por el Espíritu Santo luego del bautismo. “El que se ama a sí mismo, se pierde”; aborrecerse a sí mismo. Hay posturas extremistas, personas que se autocastigan y van contra su propio gusto y bienestar. Jesús quiere nuestra realización personal, yendo contra nuestros egoísmos, las cosas que el cuerpo pretende. Hablamos de un equilibrio.

Jesús superó sus propios miedos, no quería morir y tanto que le pidió a Dios apartar el cáliz, pero hizo lo mejor. Iba a escondidas a Jerusalén, la policía lo perseguía. Va a aceptar aquello que va intuyendo. Los apóstoles luego se enterarán de la hora de la glorificación. Por entonces, la muerte en la cruz era lo más horrible, lo más bajo de la sociedad. Ocurre que nos acostumbramos, sin percatarnos también de lo que significaba. Enigma de la resurrección. Colocarlo en un palo alto, como aquella culebra que vimos días atrás (Antiguo Testamento). Superar el mal, el dolor, el odio, la envidia: el príncipe de este mundo será vencido, arrojado.

MARTIALAY

En su homilía del 29/03/09, el Padre Roberto Martialay (SJ) expresaba que morir es salir de nosotros mismos, mediante la entrega a los demás. Intermediación de los discípulos con los extranjeros, Jesús nuestro intercesor ante el Padre. Cambio significativo, ahora dice que su hora ha llegado. Miedo y turbación de Jesús, llevando por dentro la expectativa de la Pasión. Cruz ascensional al cielo.


Jer 31, 31-34
Sal 50
Heb 5, 7-9

Ilustración: Erik Ravelo, "Cristo de la Luz"

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