viernes, 16 de marzo de 2012

LA OTRA CAPRILES


EL UNIVERSAL, Caracas, domingo 11 de marzo de 2012
ENTREVISTA COLETTE CAPRILES, PSICÓLOGA SOCIAL
"En lo estratégico, el Gobierno está desarticulado"
"A los precandidatos del chavismo les conviene el discurso radical"
Colette Capriles dice que el Gobierno apela a la vieja agenda de convertir a la víctima en victimario
REYES THEIS

La precampaña electoral para la Presidencia de la República en Venezuela arrancó con violencia, pero la psicóloga social Colette Capriles cree que es una estrategia errada del oficialismo, ya que lo aleja del elector no chavista.

Afirma que este tipo de actos violentos podrían ser parte de la campaña de los "precandidatos" oficialistas que aspiran a suceder al actual mandatario y que pretenden incrementar su audiencia en el público radical.

-¿Cuál es su opinión sobre la estrategia de la violencia en la campaña electoral?

-Aunque durante el Gobierno de Chávez ha habido un incremento general de la violencia y un incremento específico de la violencia electoral, incidentes violentos, incluso con armas, no ha habido durante cada campaña. Creo que hay un error estratégico. Hoy (el viernes) estaba el vicepresidente (Elías Jaua) con Diosdado Cabello convirtiendo el tema de la violencia en una especie de marca de fábrica para el chavismo, construyendo el esquema que "el chavismo se va a defender de la presencia de la oposición", tratando de reeditar la situación, que ellos elaboran como épica, del 11 Abril. Entonces, construyen una situación en la cual "la relación con la oposición siempre va a ser violenta" y que "la violencia es la única respuesta posible para la diferencia política". Pero creo que esa es una estrategia inadecuada y creo que va a tener malos resultados desde el punto de vista electoral y de la afectación simbólica de la posición de la víctima que el Gobierno querría tener.

-¿Qué efectos puede tener esto para el público opositor y para el chavista?

-Hay que ver en que contexto narrativo se inserta el tema de la violencia. El sesgo que le está dando el Gobierno es doble porque se pretende asociar a la oposición a la violencia. Es decir, "la violencia política tiene que ver con que la oposición no es lo suficientemente mansa para admitir su minoría permanente", lo cuál es una ficción narrativa. ¿Funcionará eso? No sabría decirlo. Todo depende de cómo la gente, incluyendo el chavismo, construya su relación con la posibilidad de cambio político. Lo que se pretende es no dejar que prospere algo que a mi modo de ver ya está sembrado en el país, que es la idea de que puede haber un cambio de gobierno y que el actual Gobierno se está aproximando a un declive, a una salida del escenario.

-¿Cree que ese será el tono de la campaña del chavismo?

-Yo no creo que esa sea la línea de campaña permanente. El Gobierno estratégicamente está totalmente desorientado. No ve muy bien adónde apunta sus acciones y cuáles son las decisiones que va tener que tomar en términos de candidatura. Son cuestiones que tienen que dilucidarse más o menos rápido. Entonces, yo no veo que el tema de la violencia contra la oposición vaya a articularse de manera sólida durante lo que queda de campaña. Lo que no quiere decir que no haya episodios de violencia y llamados a la violencia, pero creo que en algún momento eso va cambiar y volveremos a ver el famoso discurso del amor, de la armonía y de la estabilidad como valores del Gobierno. Ellos tienen que apostarle al continuismo y a la estabilidad como valores fundamentales de la campaña.

-Cabello dice que el único que garantiza la estabilidad es Chávez y en forma paralela surgen hechos violentos como las invasiones o lo que ocurrió en Cotiza...

-El discurso de la estabilidad no es nuevo y empieza a perfilarse desde el año pasado en la campaña de las primarias. Hubo varias ocasiones que el presidente Chávez se refirió a la estabilidad. Específicamente dijo que "la derecha debería votar por mi, porque yo le garantizo la estabilidad", por eso insisto en que eso va ser un tema central. La idea es construir un discurso de estabilidad asociado al Gobierno y de violencia asociado a la irrupción de la oposición. Se pretende provocar situaciones de violencia para tratar de provocar una respuesta violenta de la oposición, que es ridículo, porque es conocer poco cuál es la propuesta de la oposición. La oposición de 2002 no es reeditable, ya no existe. Se trata de crear la violencia alrededor de la figura de la oposición, no solo porque la oposición "puede ser violenta", sino porque el discurso del Gobierno es que "la oposición provoca la violencia, porque el chavismo la detesta".

-Los medios del Gobierno han elaborado una narrativa para señalar a la oposición de los hechos en Cotiza. ¿Eso es aceptado por el público chavista?

-Sí, pero el público chavista no es el que gana elecciones. Al público chavista no necesitas convencerlo porque ya es chavista. El segmento clave para ganar elecciones es el no chavista. Ese es el dilema que el Gobierno tiene que entender. No entienden que ellos van a unas elecciones en minoría y tienen que conquistar electorado, no solo conservarlo. Van en una posición absolutamente distinta al que han llegado a elecciones en otras ocasiones. Ese es el punto clave en esta campaña, pero sus tácticas son las mismas: convertir a la víctima en victimario para justificar la violencia.

-¿Cómo se justifica la violencia?

-La justifica (el chavismo) de dos maneras: acusando a Capriles Radonski y a su gente de provocadores o de hacerse autoatentados, pero además Cabello dijo que lo de Cotiza se va a repetir "porque así reacciona el pueblo cuando ve al opositor". Eso es una contradicción, pero el miedo a la contradicción no caracteriza a los regímenes autoritarios, porque el efecto emotivo es lo importante, no lo racional. Eso no creo que tenga efectos positivos para el Gobierno. Si yo fuera Gobierno me apoyaría más bien en la emocionalidad positiva, lo que me hace pensar que probablemente cuando llegue el Presidente habrá una campaña de fervor popular. Pero me parece muy malo que los precandidatos del Gobierno jueguen esa carta. Me imagino que Cabello y Jaua están en su campaña de primarias, por así decirlo, entonces le hablan al chavismo y están tratando de radicalizar a su gente, pero son segmentos insignificantes desde el punto electoral, pero van creando identidad porque están en una campaña para primarias, y como se están dirigiendo al sector radicalmente chavista, les conviene un lenguaje radical.


EL NACIONAL - Jueves 15 de Marzo de 2012 Opinión/8
Poder inocente
COLETTE CAPRILES

En abril de 2010 Chávez, atendiendo al atolondrado Evo Morales entonces de visita en un "centro ganadero socialista" de algún recóndito llano barinense, declaró (aparentemente en respuesta a unos alterados estalinistas suyos) que Twitter no era capitalista ("no es capitalista ni socialista, depende del uso") aunque luego recordó vagamente alguna lección althusseriana y añadió, incongruentemente, que la "tecnología no es neutra" (queriendo seguramente significar que hay que usarla con fines políticos). No estaba tan lejos el momento en que Twitter tendría el inesperado valor de ser la ventana de una fe de vida, o relato minimalista de una presencia dudosa.

La gramática de los nuevos "medios" (si es que llamarlos así no es en realidad fingir una continuidad donde no la hay) es mucho menos transparente que la de los antiguos, y el mundo cultural en el que florecen es también demasiado distinto. Pero su valoración es lo más extraño: los "medios masivos de difusión", como gustaban llamar los críticos a los viejos medios, se presumían tóxicos de antemano; los de hoy se presumen libertarios por nacimiento. Una nueva moralidad (radicalmente antinietzscheana) le otorga a la opinión masiva (o a lo que pasa por tal) una especie de "poder inocente": un fondo infinito de buenas intenciones y dosis blindadas de "verdad" pura y dura. Malas son la TV, la radio, la vieja prensa (que son medios difusores, supuestamente, y difusores de ilusiones), mientras que los nuevos medios, en virtud de su capacidad agregadora, serían exactamente lo contrario: funcionarían como filtros de lo bueno.

Este ha sido un régimen imaginario, que ha llevado a un paroxismo la necesidad de sustituir la experiencia por el relato y que ha recurrido a todos los medios y todas las tácticas posibles; con ello, paradójicamente, no hace sino trasladar las más viejas formas de dominio a una gramática moderna, porque si hay algo característico de las autocracias desde la más remota antigüedad, es precisamente su estrategia espectacular. Desde el sátrapa persa hasta la divinización del inca, la pompa versallesca y los actos de masas en Nüremberg, el dispositivo es el mismo y los medios diversos.

Pero los medios masivos tradicionales ya han probado los límites de su eficacia en este caso, porque la famosa política de la hegemonía no alcanza a ocupar todo el espacio comunicacional requerido. Es interesante ver la evolución transcurrida: la propaganda oficial comenzó, en aquellos tiempos iniciales de la "política de calle", hasta 2002, por concentrarse en el movimiento de masas, en la forma primitiva de la representación de la fuerza que es la sumatoria de cuerpos.

Era la época de las marchas y tarimas. Luego comenzó la Edad Media comunicacional: la puesta en obra de una inmensa red de repetidoras de la Voz Oficial, tonante, dominical y luego omnipresente, pero con la debilidad intrínseca de haber generado un star-system unipersonal y, por lo tanto, la saturación debida a una oralidad desenfrenada; ahora, "fané y descangayada" la estrella, Twitter viene a servir a la desmaterialización y a una ficción de poder ubicuo e inocente.

Mientras escribo esto se ventila un escándalo 2.0 en el encuentro South X Southwest, en Austin, Texas, una especie de feria para intercambio de innovaciones en la que la empresa BBH Labs contrató a indigentes como "puntos de Internet" (es decir, como portadores de un punto de conexión 4G, y siguiendo el modelo de los periódicos gratis que muchos venden a boca de metro) para servir a los asistentes, conservando las propinas que estos quisieran dejar.

Hay escándalo, dije, pero aún no se sabe bien qué es lo que resulta escandaloso. Supongo que se trata de que en el mundo digital es de mal gusto la indigencia. Como es de mal gusto la dictadura. Pero ahí están...

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