jueves, 29 de marzo de 2012
NOTICIERO RETROSPECTIVO
El Nacional - Jueves 29 de Diciembre de 2005 A/6
Respuestas a dos preguntas
Eleazar Narváez
A dos preguntas que me formulara la periodista Maribel Dam en una entrevista para la revista Visión Ucevista, publicación editada por el Rectorado y la Dirección de Información y Comunicaciones de la UCV, me permití responder en los siguientes términos.
¿Es posible una universidad ajena a un proyecto de país?
¿Encaja la universidad en un proyecto socialista?
Si estamos hablando de la universidad venezolana es pertinente la pregunta: ¿De qué proyecto socialista se trata? Yo aún no sé cuál es el perfil y el contenido de eso que el Gobierno llama socialismo del siglo XXI. En todo caso permítame decir lo siguiente: Cualquier proyecto de país no puede prescindir de la institución universitaria, si en verdad quiere alimentarse y apoyarse en los avances del conocimiento y en un pensamiento y una acción independiente, reflexiva, plural y crítica. Y si es un proyecto de país concebido en la democracia y para la profundización de la democracia como modo de vida, entonces, más aún, sería un contrasentido y una grave equivocación apartar a un lado a una institución que busca precisamente afianzar los valores trascendentales del hombre y se inspira, como lo expresa la Ley de Universidades, en un “definido espíritu de democracia, de justicia social y de solidaridad humana”. Y viceversa, la universidad no puede colocarse al margen de la responsabilidad que tiene el Estado de diseñar y desarrollar las políticas públicas mediante mecanismos de concertación democrática con los distintos sectores de nuestra sociedad.
Lo que no podemos permitir es que la universidad sea secuestrada para apuntalar un determinado proyecto político ideológico, sea bolivariano o de otro signo. Eso es otra cosa.
¿Hasta qué punto el sector universitario ha establecido un diálogo con el Gobierno nacional para definir puntos de encuentro en materia de formación y actividad profesional en programas sociales como, por ejemplo, Barrio Adentro?
El diálogo es un elemento fundamental para solucionar los conflictos y un ingrediente siempre presente en todas las situaciones donde existe una verdadera comunicación humana. Nuestro equipo rectoral, en un poco más de un año de gestión, con el liderazgo del rector Antonio París, ha dado muestras inequívocas de que cree firmemente en el diálogo para afrontar los retos de la universidad. Hemos dicho que estos desafíos son tan grandes y complejos que exigen un permanente y sostenido esfuerzo para establecer vínculos estrechos con todos los sectores de la sociedad. En esta línea de comportamiento hemos conversado con diversos representantes del Ejecutivo Nacional y de otras instancias gubernamentales en la búsqueda de acuerdos para la solución de distintos problemas de interés público: en salud, en educación, en seguridad, etcétera. Algunas respuestas favorables se han obtenido por la vía de varios convenios firmados.
Sin embargo, en lo que respecta específicamente a Barrio Adentro, al Programa Samuel Robinson, a la Misión Sucre, por ejemplo, si bien ambas partes hemos mantenido una actitud seria y respetuosa en las conversaciones, desafortunadamente, los resultados no han estado a la altura de nuestras expectativas.
NOTA LB:
Atentos a otra información de aquellos años, por casualidad hallamos lo referido por Eleazar Nárvaez. Oportuna la cita, por tres circunstancias: 1) las posturas en defensa de la universidad venezolana no son de ahora, sino que responden a una consecuencia de la que, por años, se ha mantenido en contraste con las posiciones cómodas y nada arriesgadas de algunos "críticos" de esta hora; el marasmo ha empeorado, siendo IMPÚNEMENTE AGREDIDA la universidad; y, aunque no media relación personal alguna con el destacado profesor, por las referencias mil veces escuchadas, comenzando por María F. Sigillo, lo creemos una opción válida, firme y seria para el el rectorado de la UCV.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario