EL NACIONAL - Lunes 19 de Marzo de 2012 Opinión/7
Libros: Juan Goytisolo
NELSON RIVERA
Se cierra Genet en el Raval (Editorial Galaxia Gutenberg, España, 2009) con la sensación de haber sido parte de un programa cuyo resultado no es otro que afiliar la curiosidad del lector por Juan Goytisolo, el autor de los cuatro ensayos, y por Jean Genet, el sujeto que protagoniza los mismos.
En las páginas del primer ensayo, Goytisolo no escatima al momento de recordarnos quién era Jean Genet, llegado a Barcelona en 1932: un joven vagabundo, indocumentado y ladrón, que malvive dedicado a la prostitución y la mendicidad. Sus colegas son rateros, mendigos y prostitutas.
El desprecio del mundo que le rodeaba no lo contiene: el delincuente ejerce en otros lugares de Europa (al menos hasta 1934).
"Se afianzará en una voluntad de envilecimiento: su patria será la chusma, y él su cronista y cantor". Un caballero casi indigerible: bajo ciertas circunstancias Genet desconoce los lazos elementales de la amistad. Un delincuente de vocación. Una persona, a menudo, en los límites de lo abyecto.
Mientras escribe sus primeros poemas, Genet entra y sale de la cárcel por distintos motivos: falsifica documentos, le encuentran con mercancía robada, protagoniza conductas públicas obscenas (en 1948 Genet había acumulado diez condenas, por lo que debía recibir cadena perpetua: una campaña de figuras como Sartre, Cocteau y Picasso logra que el Presidente de Francia firme el decreto de indulto; Genet no volverá a la cárcel).
Usé arriba la palabra programa: sin urgencia, con delicadeza admirable, Goytisolo nos aproxima a una posible comprensión del hombre, inscrito en lo que llama "una subversiva y pagana forma de santidad". Goytisolo no pide compasión por Genet, ni tampoco le excusa: en tanto que comparte con él la condición homosexual y ciertas visiones políticas, se le siente especialmente dotado para compartir su experiencia Genet: "No me propongo relatar los acontecimientos que configuran una biografía sino delimitar y ceñir con ayuda de ciertos hechos y elementos el espacio físico y moral del poeta: su vitalidad, humor, caprichos, comedias, sus cóleras fingidas, sus cóleras reales: la gracia singular que implica su conocimiento y también la condena".
Libro de dos ejes: si Genet es el eje evidente que atraviesa los cuatro ensayos, hay otro eje, menos airado y más determinante, que es la voluntad de Goytisolo para traducir la complejidad, para tejer la urdimbre más fina, para decantar, en su prosa flexible, macerada y de gran tino, al hombre distinto, al sujeto ajeno, desarraigado de nuestras lógicas corrientes, a ese Jean Genet, el autor de Diario de un ladrón, de Santa María de las flores y de La querella de Brest, quizás el más solitario entre los solitarios.
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