jueves, 22 de marzo de 2012

RECAPITULACIÓN (1)


EL NACIONAL - Miércoles 14 de Marzo de 2012 Opinión/8
A Tres Manos
Miradas múltiples para el diálogo
Sobre Adiós al socialismo
ENZO DEL BUFALO

Hola Rigoberto.

Gracias por haberte tomado la molestia de hacer algunas consideraciones ­que entiendo son preliminares­ sobre mi libro. De entrada leo algo que me sorprende: "Una clave interpretativa que atraviesa todo el texto (y que es tal vez un factor polémico del que no será fácil prescindir) es la atribución al término `socialismo’ de una propiedad material que está en las prácticas sociales y no principalmente en el pensamiento".

Querido Rigoberto: ¡Cuando se rompe el espejo, luego es muy difícil juntar los pedazos sin que se noten los quiebres! El pensamiento es parte integrante de toda práctica social y toda práctica social es pensamiento. Este es el principio fundamental del materialismo histórico, el de Marx y el mismo que reproduce Foucault en su teoría del enunciado. No hay actores sociales inmersos en un metabolismo material como si fueran espíritus astrales caídos en un mundo demoníaco de la materia inerme; sino prácticas sociales que configuran subjetividades que actúan, piensan y sienten de acuerdo con las r eglas que en cada caso las definen en una red de relaciones de poder. (Esto es: prácticas sociales). Por eso ya incorporan de suyo "las condiciones epistemológicas de visiones del mundo, miradas y mentalidades que tienen su propio dinamismo. Claro está, fuertemente articuladas a la dialéctica específica de los movimientos socio-económicos," y por eso también "en ningún caso derivables de las prácticas materiales".

En todo caso, el libro trata del socialismo como movimiento social en todas sus vertientes para acortarlo como un momento en el desarrollo tendencial de la modernidad; desarrollo irregular ciertamente, pero definible en una tendencia a la constitución de la sociedad común de personas libres e iguales en la cual se inscribe el "riquísimo debate en la izquierda mundial en el último medio siglo XX. Me parece que allí está uno de los mejores capítulos de la controversia socio-política del pensamiento socialista". Controversia socio-política del pensamiento socialista que este libro no ignora; por el contrario presume de ser su sinopsis más completa, para no decir ¡la mejor! Decir adiós al socialismo es ya una primera respuesta a: La cuestión central es poder discernir sobre las construcciones teóricas que invocan el "socialismo" como referencia y se asumen explícitamente como alternativas anticapitalistas.

¿En qué consiste ese "socialismo"? ¿Cómo se articula a las tradiciones socialistas del pasado? ¿Cuál es la consistencia de una tal denominación en la coyuntura de hoy? ¿Cómo se vincula este "socialismo" con la crisis de paradigmas de la vieja izquierda y del pensamiento crítico? Es una respuesta porque significa deslastrarse de aquello que ya no está en la tendencia para volver a pensar y actuar de modo que se superen los viejos paradigmas que nos atrapan, como puede constarse en este mismo intercambio.

Un Abrazo Enzo


Amigo Enzo: Me concentro en este asunto cardinal: la cuestión del "socialismo" no es lo mismo que pensamiento crítico o que marxismo crítico o que izquierda radical. Entonces conviene situar bien de qué estamos hablando cuando nombramos la palabra "socialismo". (Por cierto, en lo personal nunca me interesó demasiado el asunto, no recuerdo haber usado esa terminología en varias décadas de debates; cuando me animo a tematizar este asunto es para evidenciar problemas).

Lo que ocurre es que hay una envoltura muy difícil de despejar con la superposición de "socialismo" con "pensamiento crítico". Por ejemplo, ¿qué es el libro de Marcuse sobre la naturaleza de la URSS? Es un brutal desmantelamiento de la barbarie estalinista hecha desde el pensamiento crítico.

¿Entonces? Marcuse no está defendiendo ningún "socialismo", está argumentando desde una postura teórica y política a favor de la revolución. Lo mismo diría de Toni Negri, Edgar Morin o Martin Hopenhayn.

Lo que sostengo es que el interés de una discusión sobre el "socialismo" pasa por su conexión con la agenda del pensamiento crítico, de otro modo se corre el riesgo de desenterrar cadáveres y ese no es el oficio del amigo Enzo.

R. Lanz


EL NACIONAL - Jueves 22 de Marzo de 2012 Opinión/8
ATresManos
Miradas múltiples para el diálogo
Sobre Adiós al socialismo (II)
ENZO DEL BUFALO

Querido Rigoberto: Estoy totalmente de acuerdo: la cuestión del "socialismo" no es lo mismo que pensamiento crítico o que marxismo crítico o que izquierda radical. El socialismo del que me ocupo en mi libro es aquel conjunto de prácticas sociales que han configurado por casi doscientos años ese movimiento social, que con multifacéticas expresiones políticas e intelectuales ha querido reorganizar la sociedad y que en su devenir diverso se ha reconocido en el término "socialismo". El pensamiento crítico puede que guarde relación con el socialismo, o puede que para seguir siendo crítico deba separarse definitivamente de todo lo que el término y la realidad que define.

Esto es una discusión posible; pero no es mi prioridad en este momento.

No porque no crea que sea importante, sino porque no es oportuno, si antes no se mira claramente al pasado que es aún presente. Entrar en este tipo de discusión sin antes haber saldado cuentas de manera clara con esa "compleja realidad" abarcada genéricamente por ese término, es como invitar a un banquete de excelentes platillos a gente con una crisis de constipación. La purga es una limpieza necesaria para asegurarnos de que a la mesa se sienten comensales capaces de apreciar los platillos. En el fondo se trata de establecer las diferencias que impidan a la crítica ser recuperada ­dialécticamente o no­ por un sistema de sumisión. Esto por lo menos es el deseo de esa subjetividad que sólo se perfila en la tendencia ¿hacia...? Enzo Del Bufalo Leyendo el libro, muy interesante para el debate por venir, el título pudo ser "genealogía de los socialismos", pero fue Adiós al socialismo ... Lo singular del socialismo es que fue multiplicidad y subsumir bajo un mismo significante; la heterogeneidad de prácticas parece un contrasentido, con las mismas premisas del autor, pero es muy sugerente.

El libro traerá cola aunque sigue marcado por cierto horizonte de prejuicios que no terminan de explicitarse, sobre todo el uso de las prácticas sociales sin referencia explícita a las relaciones de fuerzas.

Por otra parte, eso de "individuo soberano" después de la ruptura freudiana del sujeto todo-conciencia, o del sujeto que controla la red semiótica que lo soporta me parece bastante fofo... El sujeto colectivo no es una agregación de individuos libres e iguales que pactan desde la conciencia un poder inmanente... Hay cierta nostalgia por recuperar cierta dosis de subjetividad radical-libertaria que creo que en las actuales condiciones de posibilidad es una extravagancia, pero vale la pena mantener esa ficción a ver cómo funciona en el lazo social, más allá de la modernidad y la colonialidad...

Javier Biardeau ¡No! el libro jamás podría llamarse "genealogía de los socialismos". El libro es Adiós al socialismo como movimien- to político, social, intelectual etc., porque además de una genealogía tiene principalísimamente un análisis de la tendencia de las prácticas sociales a construir una nueva subjetividad que es su parte central y la que obviamente se te escapa, Javier. Una subjetividad que la modernidad ha definido como "individuo soberano", no yo. Dicho sea de paso, el individuo soberano no tiene nada que ver con la conciencia, es figura de la subjetividad construida por las prácticas sociales ­por ciertas prácticas sociales­ en el marco de una conflictualidad históricamente determinada. Es por lo menos sorprendente criticarle la falta de referencia explícita a las "relaciones de fuerzas" a un libro que muy bien podría leerse como una fenomenología del conflicto social.

Creo que, una vez más, estamos frente a una incomprensión muy común ­no sólo tuya­ de qué son las prácticas sociales y qué relación guardan con la plasticidad histórica de la subjetividad. Sólo si se entiende qué es la tendencia y cómo se define mediante el conflicto de las prácticas sociales, se entiende qué es la construcción de subjetividad, esa subjetividad que no es nada nostálgica y precisamente por eso le dice adiós a un pasado agotado por la propia tendencia que lo rebasa.

Un saludo cordial, Enzo del Bufalo

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