martes, 10 de mayo de 2011
REGISTRADURÍA
La necesidad como espectáculo
Luis Barragán
El viceministro de Desarrollo Científico y Tecnológico, ha festejado el registro de miles de personas en la llamada Misión Vivienda, aunque no sabemos si es el mismo que escuchamos - en un boletín radial - clamar a los cielos, porque la gran prensa no ha reflejado el llamado adecuadamente para que cada venezolano goce de una vivienda “bella y bonita”. La estridencia apunta a la forma y no al fondo, porque solamente les importa espectacularizar la necesidad ajena, escenificadas como un triunfo las largas y humillantes colas en los espacios públicos – obviamente - más visibles.
Por lo pronto, es absolutamente invisible en los medios estatales el tratamiento real y profundo del problema. Sabido hasta el hartazgo el drama de la vivienda en Venezuela, apenas consignamos tres observaciones.
Por una parte, el gobierno nacional se burla de la buenísima fe de los venezolanos de escasos recursos, pues, luego de doce extensos e intensos años de la otra Venezuela Saudita, campamentaliza el problema, improvisa lo que ha de ser una política pública, para el engaño y la demagogia sin límites. Y es que, llevando la incompetencia hasta las fronteras más indecibles, dice que solventará hoy todo aquello que no ha hecho, a pesar de haber acumulado más de $ 900 mil millones y gozado de las habilitaciones legislativas que nunca antes nadie tuvo ni literalmente disfrutó.
Por otra, obliga a un registro especial justamente en el año que debe realizarse el Censo General de la Población. Increíble el permanente registro y consignación de la documentación de los ciudadanos para esta u otras aspiraciones, porque se supone que ya hay acumulado un importante patrimonio documental a menos que lo traduzcamos en un confeso desorden administrativo del Estado.
Finalmente, omitiendo otros aspectos decisivos como el concepto mismo de propiedad que anima al régimen, al insistir en el registro especial de vivienda, preguntando por nonagésima vez en el mes quién la necesita, está clara también la inutilidad de los datos personales suministrados cuando matriculamos a los niños, solicitamos un pasaporte o contratamos un apartado de correos. Posiblemente, no hay confianza en esos datos porque ha fracasado la escolarización, sobre quienes viajan pesa una maldición e Ipostel es una pesadilla burocrática, o simplemente los botan o extravían, pero lo cierto es que la actualización del registro tiene un sesgo electoral innegable, parte de la no menos confesa vigilancia social y política que ahora amplía.
Es la forma lo que le interesa al Comandante-Presidente, haciendo bulla y moralizando. Junto a los incontables ministros y viceministros que, por cierto, no andan a pie que digamos, insisten que el fondo está en la superficie aunque se trate de una vital necesidad humana.
Fuente:
http://www.noticierodigital.com/2011/05/la-necesidad-como-espectaculo/
http://www.noticierodigital.com/forum/viewtopic.php?t=764672
Fotografía: LB, Torre Confinanzas, Caracas.
Etiquetas:
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