Tiempos en los que Rafael del Aguila llegaba con facilidad a Venezuela. La obra (Taurus, Madrid, 2000), adquirida en la "Suma" de antes (Bs. 20.000,oo, también de antes), tiene una vigencia extraordinaria. Luego de la Introducción, muy bien lo revela el indice al tratar de las razones de orden político, como razones de Estado; el sueño moderno: leyes racionales, representación y razones de Esado (Nacional); las pesadillas modernas; identidades y justicia; el gobierno de los jueces, dilemas y secretos del secreto de Estado. Finalmente, el epígrafe de Jorge Luis Borges sintetiza el capítulo: "No nos une el amor sino el espanto".
Por cierto, tiempos en los que también llegaba a las librerías y hasta la Biblioteca Nacional, ejemplares con uno o dos meses de retraso de la revista "Claves de Razón Práctica". En uno de sus números, Julián Sauquillo hizo una reseña crítica de la referida obra de Del Aguila. Creo, si mal no recuerdo, quedó en el tintero un trabajo largo sobre el secreto de Estado en el - por entonces - período inaugural del chavezato que se creó ... corto. Y vamos por más de una década en la que Hugo es, en sí mismo, una Razón de Razón.
LB
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