lunes, 30 de mayo de 2011

MANIOBRA DE AGUACEROS


De las turbinas semánticas
Luis Barragán


Arreciaron las lluvias en todo el país, abriéndole las fauces publicitarias al chavezato. Los gobernadores de la oposición, por supuesto, vivieron y viven una emergencia frente a las morbosas maniobras del poder central.

Miraflores únicamente le tiende las manos a sus procónsules, facilitándole los recursos que requieran. En casos como los del Táchira, aprueban una suma que es enviada para beneplácito de sus funcionarios municipales, incluyendo un parapeto regional e ilícitamente paralelo al legítimo gobierno andino, añadida la presencia turística de aburridos ministros que hacen del asistencialismo su mejor arma, pues tampoco dan cuenta de los recursos sistemáticamente negados a la región ni de las competencias que Miraflores ha secuestrado.

Hay responsabilidades claras en torno a las consecuencias generadas por las lluvias, pero – cual agencia ambulante del PSUV –arman un escándalo por la situación de la vialidad, a sabiendas que esos mismos ministros secuestraron las competencias para atenderlas. Exclusivamente, el presidente Chávez se queja desde Caracas por el desastre, y, en el caso de presenciarlos, se asegura que las cámaras tomen un ángulo espectacular, acaso preocupado por el itinerario futuro que su Airbus pueda prodigar. Sin embargo, nos llama la atención el abuso del lenguaje, independientemente del desastre que lo fuerce.

Militarizando las tragedias, no tiene otra ocurrencia que bautizar como Estado Mayor de las Lluvias al grupo responsable de atenderlas, como si nunca hubiese tenido la obligación de prever sus consecuencias y facilitar que otros lo hicieran, perfeccionando la maquinaria humana para ello. Vale decir, absolutamente todo escapa del mundo de la civilidad, y, lógica respuesta, las soluciones que ensaya Chávez Frías, creyéndose relevado de toda responsabilidad, hace caso de un voluntarismo extremo.

El lenguaje militarizado, fluyendo como una novedad, no transforma las realidades. Al contrario, a la postre desenmascarado, las agravan por la inclemencia de un eufemismo que no respeta el dolor ajeno, aunque esas turbinas semánticas no cuentan con el combustible necesario y, en 2012, aterrizará forzosamente Chávez Frías con una contundente derrota eectoral.

Fuente: http://www.medios24.com/p34454.html
Ilustración: Gehard Richter

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