lunes, 9 de mayo de 2011

PEQUEÑO TESTIMONIO GRABADO


EL NACIONAL - Lunes 09 de Mayo de 2011 Escenas/4
El foro del lunes
OSWALDO VIGAS Cree que la actual política cultural se propone anular el arte
En vísperas del Día Nacional del Artista Plástico, el pintor de 84 años de edad insiste en que, en lugar de salir a la calle con un fusil, los creadores deberían dedicarse a trabajar en sus talleres
«A gobiernos como el nuestro no les interesa mejorar sino dominar»
JUAN A. GONZÁLEZ

La exposición retrospectiva más reciente de Oswaldo Vigas montada en un museo nacional data de 1990. La organizó Sofía Ímber en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas que ella creó y que por muchos años llevó su nombre.

Vigas: lo figurativo y lo telúrico reunió trabajos del artista plástico valenciano, de 84 años de edad, realizados entre 1942 y 1990. Desde entonces, ninguna institución museística al resguardo oficial ha dedicado una muestra antológica al creador al que, no obstante, galeristas privados venezolanos y extranjeros no han cesado de llevar a sus salas de exhibición.

Y cuando se busca una explicación al por qué de tal distanciamiento, el verbo del artista, seguramente guiado por sus dioses tutelares, se convierte en metralla. "Es porque no sirven. Nadie les ha puesto un verdadero interés. Los museos son organismos que dependen del Estado y si éste no les tira nada terminan dando lástima".

--¿Qué piensa de la manera en que han sido manejados los museos en los últimos años? --Lo que se proponen es anular el arte. Anular esa vía de expresión, protesta y vida que es el arte.

--¿Con qué objetivo? --La tiranía. La tiranía comienza a instaurarse por el espíritu para abarcar luego todas las actividades humanas, lo que hacen los individuos y lo que se hace en el país. A los gobiernos como el nuestro no les interesa mejorar sino dominar. Esa es su filosofía.

--¿Y qué puede hacer el artista ante tal pretensión? --Cada quien se defiende como puede. En mi caso, lo hago con mi obra. Tengo la gran ventaja de que produzco todo lo que necesito, no tengo que pedirle nada al Gobierno.

El artista no puede salir a la calle con un fusil. Su función no es la de estar en una plaza pública diciendo discursos, sino la de trabajar en su taller. Puede ser que en un momento de exaltación salga a pelear, eso está en su condición de ser humano, pero no puede pasarse todo el tiempo peleando porque no crearía nada. Tiene que dedicarse a crear y eso no es fácil. Yo no tengo a la creación agarrada por el cuello, al contrario, ella me tiene a mí. Soy una marioneta en sus manos.

Arte mayor y menor Vigas es un trabajador incansable. Pinta regularmente, entre 2:00 pm y 7:00 pm. "A veces hasta las 10:00 pm", acota su esposa, amiga, amante, confidente y excepcional promotora, Janine. No se encierra en torres de marfil. Ofrece entrevistas, como ésta, para mantenerse en contacto, y expone todo el tiempo. Aquí y afuera.

El Centro de Arte Villa Tamaris, de Seyne-sur-Mer, en la Costa Azul francesa, presentó recientemente la muestra Oswaldo Vigas. Mérida/París/ Caracas, y su hijo, el cineasta Lorenzo Vigas, acaba de terminar de filmar el documental El vendedor de orquídeas, que recordará los inicios del artista a partir de la búsqueda de una obra de juventud extraviada. El estreno de la cinta coincidirá con la inauguración en 2012 de la exposición Vigas. Los comienzos, que reunirá los cuadros que pintó el artista cuando tenía 14, 15 y 16 años de edad.

--Son 70 años pintando.

¿Qué hay de usted en esas obras que no haya expresado con palabras? --La creación tiene en mí dos momentos. El primero es completamente irracional y, en el segundo, uno racionaliza lo irracional. El primer momento es un dibujo de cualquier cosa y luego surge un proceso más racional. Para sentir que un cuadro está terminado, aquello que hago tiene que dar aspecto de terminado. Y para eso hay que usar la razón, poner el conocimiento que uno tiene de todo lo que hizo antes. En cada cuadro está todo lo que uno pintó antes. Sin eso, no existiría la obra.

--¿Ha crecido con ella? --Mi trabajo no evoluciona, porque evolución significa mejorar. Yo no mejoro, empeoro. Pero empeorando también se mejora.

--Usted ha sido muy crítico de corrientes como el cinetismo. ¿Siente que movimientos como ese le pusieron un corsé al arte de las nuevas generaciones, algo así como el reclamo que muchos jóvenes escritores le hacen al boom de la literatura latinoamericana? --No es igual. La literatura de García Márquez no es decorativa. Lo que escriben él o Vargas Llosa no es adorno. Aquel arte, sí. No expresa cosas importantes, sino que sirve para decorar. Para mí es ornamentación. El arte ornamental no es puro, es arte aplicado, aplicado a la decoración. Un arte aplicado no es arte mayor.

Todo el arte cinético es expresión menor, aunque sea grandote. Un grabado de Goya, aunque sea chiquito, es arte mayor. El piso del aeropuerto de Maiquetía es arte menor porque es para decorar, para hacer las cosas bonitas.

El arte no es para ser bonito.

Puede ser feo y ser expresivo, importante.

Héroes y equivocados Oswaldo Vigas es consciente de que, como el resto de la sociedad, los intelectuales del país también están divididos.

"No me identifico con los que se pliegan al poder. Hay artistas que he admirado y que pasaron muchos años trabajando sin reconocimiento, vendiendo sus obras a bajos precios, pero que de pronto se sienten apoyados por el Gobierno y aprovechan la oportunidad, aunque sigan siendo los mismos. Apoyan al sistema que los apoya, y es una lástima porque este sistema está llevando el país al precipicio. Muchos de ellos se venden por un bocado de pan", asegura.

--Muchos actúan por convicción. Tienen derecho a creer en esto.

--Tienen derecho, es verdad, pero para mí su punto de vista es equivocado.

--Pareciera que esos intelectuales son incapaces de decir: "Vamos por el camino equivocado, pero tampoco el otro camino era el mejor".

--El intelectual tiene que ser ponderado, pero para serlo debe ver la realidad mundial, no sólo la venezolana. Tiene que mirar, por ejemplo, a Cuba, y ver qué pasó en 60 años de revolución. Cuba produce dos cosas: putas y maricones.

Más nada. En 60 años de revolución, no ha sido capaz de producir comida para sus hijos.

--Mañana es el Día Nacional del Artista Plástico. ¿Hay motivos para celebrar? --Hay algunos artistas muy jodidos, muriéndose, otros andan con la cabeza alta y unos más cabizbajos. Pero existen. Es normal y enaltecedor que se les dedique un día.

Un día para celebrar la existencia de esos héroes, porque en la mayoría de los casos son eso. Yo no soy un héroe, pero siento que muchos sí lo son, y los admiro.

--El clamor permanente que se escucha desde la Asociación Venezolana de Artistas Plásticos es que muchos de sus afiliados no cuentan con una buena seguridad social.

--Eso tiene su explicación: un artista es, sobre todo, un ser humano. Puede ser mezquino, inferior como hombre, y ser un gran creador. También puede hacer cosas muy bellas, pero no saber defenderse y se equivoca. Y las equivocaciones se pagan. En un momento puede gozar de un bienestar equivocado y mañana recibir un trancazo porque escogió la vía errónea.

--¿Quiere decir que la situación en la que viven muchos artistas es culpa de ellos mismos? --Sí. Un artista exitoso, que vive de su trabajo, no necesita pensar en tener una buena póliza de seguro o una parcela en el cementerio. Que le deje eso a aquellos que crean cosas que no sirven.

--¿Y qué papel juega en esto la AVAP? --Ninguno. Esos son problemas personales, no colectivos.

Cada artista es un ser único que debería cuidar de sí mismo. No hay ningún organismo que le garantice el éxito.

"Todo el arte cinético es expresión menor, aunque sea grandote. Un grabado de Goya, aunque sea chiquito, es arte mayor"

Fotografía: Alexandra Blanco.

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