lunes, 30 de mayo de 2011

CAÑÓN DE BYTES


EL NACIONAL, Caracas, 26 de Septiembre de 1998 / OPINION
El diluido artillero
Luis Barragán


"Toda la vida se había negado a
aceptar la verdad. Que era una
máquina de hacer pensamientos.
Desde que recordaba haber entendido,
se había empeñado en recoger
las críticas y sacarles fotocopias"
Iliana Gómez
(Confidencias del cartabón)


No debe impresionar que la informática sirva a los fines bélicos más elementales. Desde lanzar un monitor a la cabeza de alguien hasta celebrar un bombardeo masivo de correos electrónicos. Mercedes Molist, en un artículo cuyo título se explica por sí mismo, "Internet, arma de guerra" (http://www.partal.com/web/mayo/artículos.html), abre un buen abanico de posibilidades. Por supuesto, con la Guerra del Golfo por delante, hay bombas equipadas con cámaras de video, misiles programados para dar en el blanco, propaganda y control absoluto de CNN. Hussein rechazó a los "hackers" holandeses que le ofrecieron, con soporífera gentileza, las bombas que "comen" información. Los ataques vía Internet provocan desastres jamás delatados en los mercados bursátiles. Milmillonarias pérdidas provocadas por retorcidos bytes, no aparecen en los balances de las más grandes y prestigiosas empresas.

Es natural, refiere otra fuente, el empleo de los laboratorios para el entrenamiento militar. Ejercicios controlados por computadoras, alternos a los clásicos juegos de guerra. Se trata de un modelo de simulación computarizado de fuerza contra fuerza, basado en un mapa que permite la localización y movimiento de unidades (http://www-cgse.army.mil/cgse/milrev/spnd/lam.htlm). Los conflictos electorales están georreferenciados y, con suprema razón, aquellos que sueltan tanta sangre electrónica. La infoguerra, con la fatigada abnegación de los "crackers", es cosa vieja.

Ahora bien, advierten los especialistas, la era nuclear dejó hechos trizas todos los objetivos políticos que se resumen en la idea de la victoria, por las razones obvias que implica tamaña detonación para agredidos y agresores. Estas mismas razones, catapultan el empleo de las armas convencionales. Sin embargo, el desarrollo de los misiles epistemológicos, como puede llamarse la utilización de los medios electrónicos para dislocar los valores, principios, ideas, pensamientos y las formas de decidir, debe estar precedido de una correcta doctrina o teoría estratégica, pues, de lo contrario, la superioridad tecnológica se impondrá a ciegas perdiendo la clave de todo esfuerzo: la idea de la victoria. Por lo demás, tratamos de un conflicto que pone en el tablero a las élites. Son los centros de comando y control las piezas fundamentales y las masas, tan importantes a la hora de la creación del Estado Nacional que descartó a los viejos mercenarios, tienden a ceder espacio frente a los nuevos mercenarios, en un tránsito del soldado artesanal al soldado electrónico. Del elemento visible y concreto, a otro: el diluido artillero.
Para el general André Beaufre, "en esta dialéctica de las voluntades, la decisión es un acontecimiento de orden psicológico que se quiere producir en el adversario: convencerle de que emprender o proseguir la lucha es inútil" Introducción a la estrategia. Editorial Rioplatense, Buenos Aires, 1977, página 18).

Encontramos en la ciberguerra, según el coronel Richard Szafranski, operacionalmente "es complicar o confundir el proceso de producción de decisiones del oponente para que no pueda obrar o comportarse de un modo coordinado o efectivo" (http://www.cdsar.af.mil/apj-s/sfra.html). Decisión ética, al fin y al cabo, que puede provocar daños colaterales e, ilustración frecuente, si se pretende una campaña que soliviante viejos resentimientos: el caso de un país con minoría alemana en Europa del Este que recibe mensajes malintencionados de un operador estadounidense de origen germano, afectando luego a ambos.

El breve relato de Iliana Gómez esboza un poco la situación, porque el riesgo es de "fluctuar entre las bifurcaciones de la calle como si apenas fuese un hematocrito suspendido en plasma, luchando violentamente contra los demás corpúsculos, recibiendo el vaho pesado de las arterias vecinas, la llamada a pertenecer a otras estructuras, como si un fantasma emergiera de las membranas y le señalara el único camino". Ejercicio de precisión, no sabemos si se hará definitiva realidad la guerra virtual, con la indigestión masiva de las máquinas electrónicas y los bombardeos simulados, a través de hologramas, en las grandes ciudades o cualquier otra cosa digna de imaginarse. Lo importante son los procesos políticos capaces de soportar, procesar, evacuar, la novedad y lograr el equilibrio homeostático de rigor, pues se trata, como los lubricantes o el infrasonido, de la artillería, incluso, no letal.
Puede parecer un motivo de distracción o diversión: tejer circunstancias posibles, armar rompecabezas increíbles, con los aportes de la tecnociencia al fenómeno bélico. Fenómeno que constituye una disciplina, ofrece parámetros, ayuda a la formulación de criterios aun para los más obstinados pacifistas.

Lbarragan@Compuserve.com

Ilustración: Richard Woods

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