miércoles, 25 de mayo de 2011
LLEGAR A ELLA
EL NACIONAL - Sábado 21 de Mayo de 2011 Papel Literario/4
De Cruz Salmerón Acosta a Conchita Bruzual
WILLIAM RODRÌGUEZ
Extraordinario libro de trascendente valor. Una bella joya en que el contenido y la forma están labrados con finura hasta extremos exquisitos. La obra contiene la totalidad de las cartas escritas por el poeta oriental Cruz Salmerón a su eterna novia, Conchita Bruzual. En 1952 se publicó --en Fuente de Amargura-sólo una de de esas cartas, la del 4 de junio de 1916, pero ni siquiera se sabía públicamente de la existencia de un hermoso cofrecito de madera en el que la "Cordera" guardó y protegió las cartas que el poeta mártir de Manicuare le escribió y con las que quiso ser sepultada.
Esas cartas se publican ahora, gracias a la labor inestimable de Alejandro Bruzual, familiar de Conchita. El sentido, íntimo y exquisito, del contenido del epistolario no sólo nos dice de un profundo amor, sino de la íntima fibra poética del autor y de las influencias literarias que recibió. Una nueva y no estudiada influencia se descubre: la del poeta español Francisco Villaespesa. Más que la influencia de Darío, Martí o Valle-Inclán en Salmerón, la de Villaespesa es trascendental, pues este español ha sido un renovador, yendo a la raíz, tanto del romanticismo como del modernismo, abriendo su superación en América y Venezuela.
Con anotaciones minuciosas, biográficas y poéticas, Bruzual expone, corrige y redimensiona la interpretación de la obra de Cruz Salmerón Acosta y abre espacios para una renovada crítica literaria del poeta de Manicuare. En esto el aporte de Bruzual es adecuado y respetuoso, pues, trayendo al día las interpretaciones anteriores, abre una posibilidad interpretativa no ensasillante.
Un libro de concepción gráfica y artística inconmensurables que presenta el testimonio --muy familiar y detallado-biográfico-epistolar de unas vidas tejidas por el amor, la poesía y --como cuenta el poeta Paz Castillo-- los "adioses infinitos". Complace el texto el deseo de Conchita de que alguien contara "algún día nuestra historia inverosímil". Una obra de culto y colección en que se anudan apretadamente la fina narración, la sentida expresión familiar y el conocimiento íntimo de la vida y obra de Cruz María Salmerón, y su relación afectiva privilegiada: Conchita.
El texto rescata y revalora un elemento poco considerado y registrado: la devoción popular y el tejido relacional que en torno al poeta Cruz María Salmerón se produjo y creó un fenómeno cultural y político atrayente. Venezuela vivía la dictadura gomecista. La revaloración consiste en una relectura del intenso significado humano de la vida del poeta de Manicuare en la que los tratos familiares, literarios y políticos se funden en un realismo profundo y en un lirismo intenso.
Pueblo y poeta se anudan, resisten y esperan.
Las cartas, que forman una unidad cerrada con los poemas, presentan elementos humanos más potentes que en su poesía. En esas cartas emergen potentísimos los motivos naturales, geográficos e históricos de la poesía y de la vida de Cruz María y Conchita con un impulso modélico.
Cartas de amor y fidelidad esculpidas de presencia y recuerdo, venerables estos en su gesto eterno de proposición.
A través de las epístolas, y por medio de los comentarios, se denuncia el olvido de los críticos y diccionarios de literatura de la importante obra de Cruz María y se ofrece al estudio la histórica persistencia popular en la memoria de la gente del poeta Lázaro de Manicuare.
Con fino sentido artístico se presentan las cartas (19161929) --cual documentos-- en su grafía original. Luego aparecen las transcripciones de ellas escasamente corregidas, enriquecidas con exquisitas fotografías del pueblo del poeta y datos de todo tipo. Sobresale el uso literario, y otras veces coloquial, que hace Cruz Salmerón del lenguaje en las cartas.
Luego se publican algunos de los poemas con útiles anotaciones, correcciones y hasta agregados.
Destaco la publicación inserta en una de las cartas, tal vez escrita hacia 1916, de un exquisito soneto no publicado hasta el día de hoy. Está apareciendo gracias a la labor de los investigadores, la obra completa de Cruz María Salmerón Acosta.
El texto cierra con las notas bibliográficas y un agradecimiento de Bruzual, en tono familiar, a todos cuantos apoyaron la edición del libro en que destaca Amanda, que conservó las cartas, sus hermanas y padre, por los recuerdos y comentarios y, por supuesto, Conchita, hermana de su abuelo Alejandrino.
Ilustración: Pablo Picasso, "The Threee Dancers"
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