sábado, 14 de mayo de 2011

ASILO


EL NACIONAL - Sábado 14 de Mayo de 2011 Cultura/5
LIBRO Laberinto veneciano será presentado en Kalathos
Marina Gasparini: "El escritor es siempre un exiliado"
Una colección de ensayos construye metáforas de la ciudad italiana y del lugar que la autora otorga a la experiencia literaria
MICHELLE ROCHE RODRÍGUEZ

Marina Gasparini Lagrange vive en Venecia desde hace 11 años. Eligió mudarse a la ciudad que desde la adolescencia creyó de reconocimiento y anhelo, pero sabe que desde entonces el lugar también la había escogido a ella.

Aunque la autora nacida en Caracas en 1955 asegura que, para ella, la escritura es un agobio antes que un placer, su trabajo ha dado frutos. Su recorrido espiritual con tintes líricos se convirtió en la colección de ensayos Laberinto veneciano, que editó recientemente el sello catalán Candaya y que se presentará hoy, a las 11:00 am, en la librería Kalathos.

Si, como ella dice, se escribe desde un lugar, una suerte de espacio interno que es sentimiento y nostalgia, su hogar es Venecia, que Laberinto ha hecho suya.

­¿Por qué escoge la imagen del laberinto? ­Venecia es un laberinto: sus calles estrechas y sus canales de agua, donde todo se refleja continuamente, no hacen sino acentuar el trazado laberíntico de la ciudad. Es la imagen que se te impone: caminas en redondo, te pierdes y repetidas veces caminas para llegar al borde del agua, a la desorientación, a ninguna parte. Una vez instalada en la ciudad, esta fue una de las primeras imágenes en imponérseme. Es una metáfora de la ciudad, pero también lo es de todos, de mí misma. No somos libres ante las imágenes ni tampoco ante los temas sobre los que escribimos.

­¿El tema la escogió? ­Intentar dilucidar qué me impulsa hacia una imagen es ya una manera de acercarme a ver y escuchar en ella. Una cosa es escribir sobre el laberinto, la campana, las Cárceles de Piranesi o sobre la Pietà; y otra muy distinta es seguir las inflexiones de una palabra, o de un verso, o de la emoción que en nosotros dice del laberinto, de las campanas, de la Pietà.

­¿Por qué prefiere el género ensayístico? ­Hace mucho hice mías las palabras del prólogo en las que Montaigne definió los ensayos, ese género literario del que es padre y cuya escritura es un ensayar. La escritura que me interesa es la que "ensaya" y no aspira a llegar a ninguna conclusión. Esto me hace retomar la pregunta por Venecia. Venecia es y ha sido para mí el lugar donde la interiorización de algunas imágenes se ha transformado en escritura.

­¿Ayuda el exilio a escribir? ­El escritor es siempre un exiliado. Tiene necesidad de la extrañeza para dar vida a la página en blanco. Amo mi exilio, dijo María Zambrano. Sin éste, reconoce la filósofa, no hubiera sido lo que era. Más que un tema es un sentimiento, es un modo de vida; es, según Brodsky, una condición metafísica. Witold Gombrowicz, desde Buenos Aires y lejos de su Polonia natal, dijo que la patria era el alma y no un pedazo de tierra en un mapa.

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