domingo, 8 de mayo de 2011

PREMISAS DESLEÍDAS


El Nacional, Caracas, 17 de Noviembre de 1996
Cosas, solamente cosas
ISRAEL CENTENO

El hombre ha pretendido siempre medrar con proyectos descocados, por lo general de una u otra manera ha visto que el éxito equívoco corona sus esfuerzos. Así, vencer la gravedad, humillar las enfermedades, fabricar adminículos ingeniosos para que no existan las distancias, crear armas mortíferas con poderes solamente atribuidos por los profetas a la ira de Dios; superar la ira de Dios... ­Dios!

El hombre ha conquistado al mundo, lo ha sobrepoblado y ha legislado en él con sistemas de diversa índoles en procura de su felicidad... pero este eslabón último de la creación, este prometeo de soberbia singular no se detiene a sacar las cuentas y a sopesar balances, pues entonces lo abrumaría el desencanto.

De la misma forma en la que el homo sapiens ha ido en procura de la felicidad y del conocimiento negando todas las posibilidades de supervivencia futura, los hombres que se agrupan en torno a certezas ideológicas han pretendido paraísos sociales y han creado sistemas pretenciosos que no reparan en llamar científicos para promover cambios y revoluciones: Historia, señores, la sociedas sin clases, la democracia liberal, el reino de Mahoma en la Tierra, la preeminencia racial, en imperio del mercado, la teología de la liberación y no sigamos enumerando que dan ganas de desocupar las tripas.

De todos estos señores que elaboraron un discurso e idearon programas para imponer sus sistemas políticos, los amigos que se sientan en las bancadas de la izquierda desde la remota época del parlamento burgués de siglos pretéritos, han quedano atónitos sumidos en la ``peste del insomnio'', aquella que azotara a Macondo sumergiendo a sus habitantes en los territorios del olvido. ¨Dónde están las propuestas que llevarían a la clase obrera a tomar el cielo por asalto? ¨Dónde su beligerancia? Pobres hombres, carentes de verbo se limitan a repetir el discurso de sus enemigos. Resulta que hasta la morigerada socialdemocracia procura captar técnicos y pensadores que adapten las recetas económicas del adversario a sus premisas desleídas. Así desde Fidel, aquel Fidel que gritara que la humanidad había dicho basta y echado a andar, hasta Clinton el demócrata que le robó las banderas al republicano, abren sus bocas para decir nada, para proponer nada que ya no hayan propuesto quienes se sentaron desde tiempos ha en las bancadas de derecha. Es triste, pero aquellas fuerzas del progreso, cuando no expresan a delirantes chauvinistas, pequeños dictadores que han bebido de manuales bolivarianos, expresan carencia de iniciativa, y es que están derrotadas, perdidas en el insomnio tratando de recordar cosas. ¨Salud, libertad, educación, alimento, paz, igualdad? (Suenan tan vacías desde el insomnio), cosas, solamente cosas.

Ilustración: tomada al azar de la red.

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