domingo, 8 de mayo de 2011

OTRA PERSPECTIVA


EL UNIVERSAL, Caracas, domingo 25 de enero, 1998
La derecha aspira rescatar su proyecto
Manuel López Caló

La manera de hacer política en Venezuela siempre ha estado ligada a la economía petrolera, inclusive en estos cuarenta años de democracia el tema ha sido prioritario para las agendas gubernamentales. La decisión en 1976 de romper con medio siglo de manejo privado de la industria de hidrocarburos estaba fundada en la idea generalizada, en la mayoría de los países pobres, de que una mayor autonomía debe significar un creciente control sobre sus relaciones económicas externas, inclusive de su aparato productivo.

Tuvieron que pasar dos décadas para gestarse la reversión de esa política, mediante la apertura petrolera. La llegada en bandada del capital transnacional creará ciertos traumatismos en la economía venezolana por lo vertiginoso del proceso. Sólo en petróleo y petroquímica se espera una inversión promedio de tres mil millones de dólares en los próximos diez años, sin contar la inyección de capital de Petróleos de Venezuela. Pero adicionalmente obliga al Gobierno y a los venideros a replantearse las relaciones con las petroleras. En la hisoria moderna abundan pasajes de encuentros hostiles y perturbadores entre compañías inversoras extranjeras y los gobiernos de turno en los países que las albergan. Esta nueva euforia de inversión en el sector y en áreas claves como las telecomunicaciones y la industria siderúrgica hace más sensible, a la luz de los ojos del mundo, los cambios económicos y políticos que se gesten.

En este contexto se están enfocando las opiniones electorales de la clase dirigente. 'Los empresarios buscan no sólo un gobierno que le dé continuidad al sistema económico, sino también que tenga capacidad de negociación y representatividad ante las grandes transnacionales que se fueron y ahora regresan', aseguró un alto ejecutivo.

Un lista de la empresa petrolera Creole que contiene las compañías concesionarias o productoras de hidrocarburos en Venezuela al 31 de diciembre de 1973, refleja un amplio expectro del capital involucrado en el negocio petrolero, una treintena de empresas operaban en tierras venezolanas, inclusive una de capital privado criollo, Mito Juan. Standart, Conoco, Royal Dutch Shell, Texaco, Gulf, Mobil estaban entre las principales operadoras que regresan a Venezuela.

'El escenario político que se avecina, sin una hegemonía clara de fuerzas, tiene la debilidad de una falta de enfoque global que permita procesar las diferencias y dar orientaciones claras a la marcha del Estado. Por eso, yo me inclino por un gobierno de derecha', aseguró un empresario venezolano de antigua alcurnia, comentario al que se le ripostó: pero si la derecha en Venezuela no existe. 'Falso, lo que pasa es que ha estado a la sombra de AD y Copei en los últimos cincuenta años', interrumpió inmediatamente, y agregó, 'los patricios han sobrevivido a duras penas de la gesta bolivariana, pero en estos tiempos no tienen claro el rumbo. Pero es bueno recordar, para los que no conocen la historia de Venezuela, que el gobierno de Medina realizó avances respecto a su predecesor en los campos públicos. La complicidad entre los militares y los adecos, además de las contradicciones dentro de la misma dirigencia de ese tiempo impidieron que se realizara la revolución burguesa, que muchos autores venezolanos se la endilgan a los socialdemócratas equivocadamente. AD y Copei realizaron la revolución populista. En el 45, Acción Democrática y los militares ampliaron la base democrática del sistema, pero al romper la Constitución del 45, fue en desmedro de la cohesión de un proyecto económico y social que es necesario rescatar para enrumbar a Venezuela'.

La pregunta obligada es qué candidato puede rescatar este proyecto, ante un ambiente electoral donde predomina un excesivo pragmatismo.

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