domingo, 8 de mayo de 2011
INTERROGACIÓN DE ACERO PARA UN INSTANTE QUE PUEDE SER EL NUESTRO
San Lucas, 24: 13-35
En su homilía de hoy, el Padre Alvaro Lacasta (SJ), refiere a quienes - caminando a Emaús - se mueven por el pasado. Piensan en la restauración del pueblo de Israel. Saben que hay rumores: ver para creer. Vuelven a casa, a su pueblo, defraudados. Quizá la casa invadida, desean volver a ella. Sin esperanza esperanzadora.
Ya era tres haciendo el resto del camino. Jesús es la Sagrada Escritura en carne y hueso. Por dentro tenían una interrogación de acero. El les recalentó el corazón. Lo reconocieron. Han compartido con El.
El reconocimiento de Jesús tiene lugar en un instante, en minutos. Instante intuitivo. Todo vuelve a ser aparentemente como era. Experiencia inexplicable.
Podemos encontrar a Jesús para ser cristianos del siglo XXI. Significa vivir en una interrogación. Prepararse para una vida continua de sorpresas. Purifiquemos la mirada para los acontecimientos diarios. Es El siempre el que viene a nosotros. Hay que abrir el corazón.
De acuerdo a nuestros apuntes, el Padre Lacasta (06/04/08) expresó que todos eran responsables de la muerte de Jesús, como Pedro el miedoso que lo negó tres veces, pero el Espíritu Santo está ahora con él para predicar con coraje. Dios lo resucitó como estaba proyectado. Dios habla. Enfatiza la necesidad de llevarse la hoja dominical y meditar la Palabra. Hay una pedagogía de sus apariciones. Cada quien parte el pan de un modo particular, pero lo reconocieron cuando Jesús lo hizo.
Antes, el Cardenal Rosalío Castillo Lara (San Juan Bosco, 11/04/07)hizo una relación del pasaje a propósito del aniversario del 11-A. Citó a San Pablo, pues, el mal se combate con más bien. No hay que dar lugar al odio, sino al amor. Perdonar, con justicia.
Ilustración: Magdalena Fernández.
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