jueves, 2 de diciembre de 2010
josé según balza (y viceversa)
EL NACIONAL - Lunes 29 de Noviembre de 2010 Cultura/4
El foro del lunes
JOSÉ BALZA El escritor será distinguido en la Feria Internacional del Libro
"He logrado ser alguien que no existe"
El último año, al autor que no es afecto a las apariciones públicas, le ha tocado viajar por el mundo para asistir a homenajes por su obra.
El próximo será el miércoles
MICHELLE ROCHE R.
Jose Balza no viajaba a México desde hace más de 15 años, aunque revela que mantiene una relación con la cultura de ese país desde hace más de 6 décadas, a través de la música ranchera y de su embelesamiento por la figura de María Félix. Su compromiso con esa nación como intelectual es más reciente, pero definitivo. Comenzó hace 30 años, cuando Guillermo Sucre lo puso en contacto con Octavio Paz para colaborar en la revista cultural Vuelta.
Tan honda fue la impresión que le causó al mexicano la obra del autor nacido el año de 1939 en el Delta del Orinoco, que le escribió una carta elogiosa sobre su novela Setecientas palmeras (1972). Balza asegura que extravió la misiva, pero quizá sólo lo dice para no profundizar en el asunto.
Así de modesto es este escritor que, a pesar de saber que su trabajo ha sido y es crucial para el desarrollo la literatura venezolana, prefiere mantenerse al margen de los foros públicos y se muestra reacio a dar entrevistas aunque estas líneas son testimonio de que, a veces, los periodistas corren con suerte.
En el último año las obras de José Balza han contado con una importante difusión, pues han reeditado más de una decena de sus títulos. Uno de estos homenajes ocurrió el mes de abril en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, donde presentó una reedición para España de su novela Percusión (Paréntesis Editorial), publicada por primera vez en 1982. El poeta y crítico literario catalán Toni Montesinos escribió el prólogo de esta obra.
Hace pocos meses, también, la Universidad Nacional Abierta de México le publicó un estudio sobre autores coloniales latinoamericanos, gracias a la insistencia del narrador, poeta y ensayista Josu Landa, a quien Balza dice apreciar "porque no le gusta el cuento".
Además, esta última semana en la que se encuentra de visita en México tenía programada la presentación de dos publicaciones. La primera de ellas se bautizó el viernes pasado en la capital y es la colección de ensayos Red de autores hispanoamericanos, que fue editada por un nuevo sello de ese país, Bonilla Artigas.
Venezolano de homenajes. En atención a su vigencia como intelectual y a la proyección de su obra en la cultura latinoamericana, Balza, Premio Nacional de Literatura 1991, ha sido merecedor de varias distinciones recientemente.
Pero, sin duda, uno de los homenajes más importantes se le rendirá el próximo miércoles en la XXIV Feria Internacional del Libro de Guadalajara. Ese día se llevará a cabo la actividad "Homenaje y relectura de José Balza: placeres y letras de la fábula", en la que intelectuales del peso de Adolfo Castañón, Hernán Lara Zavala, Silvia Eugenia Castillero y Josu Landa hablarán sobre las diversas vertientes de la amplia obra de este autor. En ese mismo encuentro se presentará su reciente libro El doble arte de morir, publicado por Ediciones B Venezuela.
Al día siguiente, Balza participará en la actividad titulada "Poesía, novela, ensayo, aforismo", junto con el poeta colombiano Darío Jaramillo, la novelista española Almudena Grandes y la periodista argentina Leila Guerrero. Los autores intentarán mostrar cómo han ido desdibujándose los géneros en la expresión literaria contemporánea.
"En esa oportunidad hablaré sobre el aforismo en América: Emerson, Simón Rodríguez, Ramos Sucre, Julio Torri, Franz Tamayo, entre otros autores", indicó.
Otra mesa de trabajo en la que participará durante la Feria del Libro de Guadalajara se referirá al vínculo literario entre Castilla y Latinoamérica. El escritor estará en la mesa "Voces de aquí y de allá. La narrativa latinoamericana y la de Castilla y León", con José María Merino, Juan Pedro Aparicio y Lara Zavala. Balza dice que en esa ocasión podría hablar del cuento al que le gusta más referirse, en su modestia, como ejercicio narrativo "Historia de alguien", que escribió hace 30 años. Allí expone a un Miguel de Cervantes que sí viajó al Nuevo Mundo y escribió sobre el nuevo continente su Aventuras del Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha.
--¿Siente que su literatura dialoga con la poesía de Rafael Cadenas, también homenajeado en la pasada edición de la FIL? --Cadenas me dice que yo lo he inventado. Pura generosidad suya. Es cierto que defendí su obra desde 1960. Y que escribí el primer libro sobre su poesía. Pero él es un autor inconmensurable. Mucho me contenta el Nobel para Mario Vargas Llosa, pero igualmente lo merece Cadenas.
--Lara Zavala y Castañón, además de importantes críticos de su obra, son sus amigos. Cabe preguntarse, ¿cómo han influenciado sus escritos? --En 1987, Adolfo Castañón, erudito casi adolescente, inició un fenómeno que aún no cesa y me maravilla: la aparición de autores jóvenes que se convierten en mis padres literarios. Adolfo me conduce a Alejandro Rossi y éste a Juan Villoro. Luego me invita Lara Zavala a su colección Rayuela Internacional. Entonces conozco a Seymour Menton, que me lleva a la Universidad de California y me incluye en su legendaria Antología del cuento. Villoro es brillante, ¿cómo no imitarlo? Lara Zavala crea un mural apasionante de Yucatán en su Península, península. Castañón, poeta, narrador, aforista, que cumplió el sueño de Julio Cortázar de ir al Delta del Orinoco, nos ha devuelto con singular generosidad sus estudios sobre literatura venezolana en un libro.
Vino a nosotros por trabajo, por placer, por alta inquietud intelectual. Es curioso: su amor por Venezuela se convirtió en tributo al país, mientras todos los exilados que recibieron el apoyo de empleos, prensa y ediciones jamás se han ocupado de este suelo.
--En una entrevista el año pasado dijo que sentía que sus lectores aparecieron en estos últimos años, ¿a qué se debe esto? --Sí, voy logrando que los lectores busquen mis libros, para apreciarlos u oponerse a ellos.
Y he logrado no ser autor, presencia diaria en prensa o televisión, sino alguien que no existe.
--¿Con qué autores recientes españoles o Latinoamericanos se siente identificado o le gusta leer? --Soy el hijo (mal hijo) de jóvenes autores de quienes aprendo la ironía, la amplitud, la contemporaneidad. Todos los que me interesan influyen en mi trabajo. Y el hecho se extiende a España. Juan Carlos Chirinos es mi maestro sobre billares, Zizek, Safranski, Bowmann, etcétera. He escrito un cuento a cuatro manos con Juan Carlos Méndez Guédez.
Ernesto Pérez Zúñiga, gran narrador y poeta, me revela a Wenceslao Fernández y a otros autores relegados españoles. En Barcelona, Montesinos, el crítico, ha prologado la edición sevillana de Percusión y actualmente prepara la reedición en Málaga de mis aforismos. ¿Cómo no van a influirme esos autores de ambos lados del Atlántico?
--¿Trabaja actualmente en algún proyecto editorial? --He preparado con Lyda Zacklin, Judith Gerendas y Carlos Sansdoval un volumen misceláneo, atrabiliario, pero exigente, La otra literatura venezolana, sobre nuestra literatura desde el siglo XVI hasta hoy. Allí cada autor es responsable de sus puntos de vista. Y no tardará en aparecer Suma del pensar venezolano que creó Asdrúbal Baptista para la Fundación Polar. Es una visión circular y profunda del pensamiento del país en todas las direcciones. Trabajé allí con él y con Ramón Piñango coordinando a 50 especialistas.
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