EL NACIONAL - Domingo 07 de Abril de 2013 Papel Literario/4
Ídolo al borde de la mercancía
GRISEL ARVELÁEZ
El poder y la fuerza de la figura icónica del presidente Hugo Chávez Frías han crecido en los últimos catorce años como una bola de nieve dando lugar a un hecho ineludible: nuestras miradas a diario están obligadas a ver y vivir en medio de numerosísimas representaciones chavistas. Con el arraigo de esa "ideología" se ha pretendido remover y reestructurar elementos conceptuales y visuales que interroguen acerca de la identidad, legitimidad, participación y significación de lo que es ser o no ser chavista. Asimismo y, a raíz de la muerte del mandatario, ha surgido un macro protagonismo de esta masa chavista que habita en la mayoría de nuestros espacios públicos, protagonismo que, acaso como búsqueda post Chávez, está intentando resignificar el sentimiento de amor que la nación debe tenerle, de manera imperativa, al icono Hugo Chávez; quien no lo haga aparentemente es apátrida y especie de pecador.
La conexión entre lo político y el fenómeno de masas ha sido bastante estudiada y discutida entre críticos, historiadores y filósofos a lo largo del siglo XX.
En este contexto, el filósofo alemán Walter Benjamin habló del "esteticismo político", fenómeno trasladable a la Venezuela actual. En su momento, Benjamin refirió a la experiencia de lo social (o sensorium): aquella población receptora de mensajes políticos creados y difundidos por las nuevas tecnologías. En nuestro país se detectan entre estas nuevas tecnologías al Internet; las reproducciones fotográficas de la figura de Chávez; la difusión de sus discursos en la Web, radio y televisión; las diferentes representaciones "artísticas"; e incluso, la variedad de productos de compra inmediata que ofrece la economía informal: afiches, gorras, relojes, libros, bisuterías, protectores de pantallas para los celulares, disfraces para niños y adultos, ringtones, tatuajes, figuritas hablantes, ropa interior, franelas (la más vendida: la del retrato del mandatario en edad madura, pero aún lozano, delante de una penumbra). Todo lo necesario para enfatizar y encauzar la ideología cuya mercantilización, como proyecto político, se fue incrementando en la medida en que se iba enraizando la figura de Chávez. Uno de los productos más elocuentes es el famoso "Intumbable": un porfiado que, al pegarle, regresa inmediatamente a su lugar intacto, así como regresaba Chávez al poder.
¿Ola de amor patrio o idolatría? Tras el fallecimiento del presidente Chávez su imagen ha sido deificada y la iconografía chavista ha incrementado tanto sus representaciones como sus usos: de ser un souvenir o, simplemente, un objeto que representaría el apoyo a la causa política, pasó a ser una especie de objeto-fetiche con el cual perpetuar la imagen del líder. Los chavistas le dicen a este fenómeno "ola de amor patrio". Así pues en las últimas semanas el mercado político, en manos del gobierno encargado, ha vendido un rosario rojo con la imagen del Presidente, obviamente con el propósito de continuar la tarea de divinización del líder.
Sin embargo, pareciera que no han tomado en cuenta el nivel de irreverencia que significa para la fe católica este acto (religión que, de paso casi todos los partidarios del chavismo dicen practicar). Esta pseudo religiosidad ha originado otro furor de la moda: la banda tricolor que sus "practicantes" se colocan en el brazo izquierdo. Esta prenda simboliza el apoyo y respeto que cada chavista le merece a su ideología, pero también constituye un símbolo de fe y sujeción a esta especie de neo-misticismo rojo-rojito.
Iconografía chavista en movimientos culturales El graffiti fue una de las formas expresivas, de carácter visual, más usadas por el chavismo durante las campañas electorales. Rostros de los dirigentes del PSUV invadieron las estructuras arquitectónicas de nuestro país, con preponderancia del retrato de Chávez. Para los adeptos, estos grafittis significaban la consolidación del chavismo en el arte de calle y una manera de marcar de territorio, pero para los más preocupados por la conservación del urbanismo no es más que el fuerte irrespeto y el descuido de nuestras ciudades y espacios patrimoniales.
"Cuenten con todo mi apoyo el Movimiento El Otro Beta, ¡Chávez es otro beta pues!".
Estas fueron las palabras que el presidente Hugo Chávez Frías brindó al movimiento El Otro Beta durante su campaña presidencial de 2012. Este colectivo urbano surgió con la idea de estrechar lazos entre jóvenes y el mandatario. En la actualidad son famosas las representaciones de Chávez creadas por artistas Otro Beta donde podemos verlo como rapero, basquebolista, boxeador, motorizado, etc. La intención era la de reflejar las profesiones de sus integrantes usando la imagen del presidente para acercarse más al espacio político chavista.
Ellos acompañan su propuesta con varias mezclas para rap cuya voz es prestada por Chávez y sus alocuciones. Varias mezclas pueden escucharse en varios portales de música online.
Quienes no están conformes con el gobierno también han llevado sus opiniones a lo estético. Entre ellos el fotógrafo venezolano Nelson Garrido que con su obra Pensamiento único da cuenta de los verdaderos arquetipos sociales que esconde el chavismo. Garrido critica de manera frontal el autoritarismo de Chávez y la pérdida de identidad de parte de la población chavista hacia lo que significa verdaderamente ser venezolano, que no es sinónimo de ser chavista.
La fuerza de la imagen. El marketing visual. La insistencia en la perpetuidad de una ideología dirigida ahora desde la ultratumba. Quien no acepte esa imagen peca de ser iconoclasta. ¿Existe entonces otra polarización en Venezuela: fieles y no fieles a la figura deificada de Chávez? Desde la controvertida fotografía en la que vimos a Chávez convaleciente en cama junto con sus hijas hasta las imágenes que han acompañado su funeral, el año 2013 ha visto in crescendo la profusión de la iconografía chavista. ¿Será que estas imágenes obedecen a una especie de psicología visual que, como en la película La naranja mecánica, pretenden insertarnos mensajes en el inconsciente colectivo para condicionarnos a creer en el nuevo culto, el post chavismo?
Fotografía: http://noticias.latino.msn.com/semanaenimagenes/semana-del-15-al-21-de-febrero?page=12
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