Atravesamos la más breve de las campañas presidenciales, pero no la menos intensa, en nuestro historial republicano. Acumulamos una larga experiencia, pero jamás habíamos sido testigos de un ventajismo tan dramático.
Hubo una frustrada campaña electoral, hacia 1945. El candidato original del medinismo fue Diógenes Escalante, quien - contando con el apoyo de Acción Democrática - se íba a medir en el Congreso con Eleazar López Contreras. Sin embargo, Escalante enloqueció, y el oficialismo optó por Ángel Biaggini, el ministro de Agricultura y Cría.
Biaggini comenzó a hacer la tarea. Incurrió en un error garrafal, abombando los ataques a una gramática involuntaria. Sobrevino el 18 de octubre de 1945 y serán otros los eventos electorales que nos ocuparán mediante el sufragio directo, universal y secreto. Muy de vez en cuando aparecerá en la prensa, aunque - por 1986 - Octavio Lepage lo traerá a colación, provocando la reacción los familiares del ex - ministro desaparecido, quizá uno de los grandes desconocidos de nuestra historia, merecedor del interés de los investigadores.
¿Qué llevó al medinismo apostar por alguien que, evidentemente, no tenía una abierta vocación por el activismo político? Es una legítima pregunta que debemos hacernos. Por lo demás, ¿cuál empeño de López Conteras al repetir en sus aspiraciones presidenciales? ¿Vivió y cómo intensamente el país esa corta campaña? ¿Cuáles publicidad, estrategia? ¿Cómo desafiaba a los parlamentarios que, en definitiva, votarían? ¿Cómo hubiese sido de gobernar Biaggini? ¿Un golpe a la vista?
LB
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