Ya lo apuntamos, el buen humor habla de las buenas campañas electorales. Y, aunque la ilustración es de 1982, rinde suficiente testimonio de las dificultades que afrontó la ya definida candidatura presidencial de Rafael Caldera, militante del partido de gobierno. Por cierto, esto habla de las complejidades que puede alcanzar positivamente un sistema político, por la agonalidad de los conflictos. Varias veces visto, el partido en el gobierno, no necesaria, monolítica y asfixiantemente ha de ser partido de gobierno.
Destacamos elementos de la campaña de 1983: "Venezuela entera necesita a Caldera", las camisas a cuadros que exhibió y el protagonismo de los "Propios Jóvenes". Por lo demás, valga destacar el debate televisado protagonizado por Caldera y Jaime Lusinchi.
LB
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