viernes, 26 de abril de 2013

HIGHTASH # LA PREMIACIÓN MINISTERIAL

Interesante artículo escrito por P.L. Blanco Peñalver para El Universal (Caracas, 01/11/1964). Fueron 25 años de amistad entre Juan Vicente Gómez y Pedro Manuel Arcaya, a quien Coro le quedaba pequeño, aprovechando la ocasión de irse a Caracas y, gracias a su medio-hermano, Ladislao Andara, introducirse en los exclusivos círculos sociales de la capital. Se abre la posibilidad de alcanzar una magistratura en el más alto tribunal de la República y hasta un ministerio, desde los predios de sus investigaciones jurídicas e históricas y el tenaz aprendizaje de idiomas vivos y muertos, señala el articulista.

Arcaya llega a Caracas, haciendo de secretario del general Riera, en los entusiastas tiempos de la Revolución Libertadora que ha animado también a amigos como Luis Francisco Calvani y Gumersindo Torres. Camino distinto al otro modo de forjarse los hombres públicos en Venezuela, pues, "quien no recibió el bautizo de fuego en algún campo de batalla, ni la confirmación en los calabozos de esas fortalezas estaba muy lejos de serseñalado para un destino público de algún relieve o significación nacional": La Rotunda o los castillos Libertador y San Carlos.

Dos veces ministro de Relaciones Interiores (1916 y 1925), realiza un importante aporte para la reforma constitucional de 1926, la que le permitirá a Gómez nombrar a los presidentes de estados, en lugar de lidiar con los parlamentos regionales. Arcaya aspira a la presidencia de la República a lo Gómez, y sus mejores esperanzas están depositadas en una de las tantas maniobras de ocasión:  desde el Congreso, Antonio Pimentel, Rafael Requena, Antonio José Cárdenas y Victorino Márquez Bustillos, piden la renuncia del encargado Juan Bautista Pérez. Sin embargo, por el qué dirán, tocando la sensibilidad nacionalista del hijo de La Mulera, luce desaconsejable nombrar a Arcaya, embajador en Washington.


Blanco Peñalver sugiere una secreta intención de Gómez, como es la de hacer presidente a Pedro Manuel, con la celebrada consigna del cambio de hombres bajo la continuidad política. Quizá es una deducción personal, recoge algún comentario de los encuentros sociales que se hicieron tradición oral, o tiene por orígen alguna nota del cuaderno de Gómez, pues, como pieza valiosísima, de llevar una lista de las mujeres con las que se apareó, igualmente pudo agendar sus propósitos, colegimos.

Finalmente, el autor del artículo,  refiere que la casa de Arcaya, ubicada en El Paraíso, era llamada malintencionadamente como El Vaticano. ¿Acaso pontificaba constantemente,  el mote aludía a la aparente autenticidad de una sotana que escondía terribles ambiciones, o era una simple burla para el quizá tramitador o el más destacado festejador de la Orden Piana, por muy posivista que fuese?; además, nos imaginamos la urbanización como una suerte de zona de seguridad en la que era imposible hacer lo que ahora se llama escrache

Para concluir, Gómez nombraba a los amigos como ministros, una sola vez, y la designación suponía el regalo de un cheque por cien mil bolóvares contra el Banco de Venezuela, luego una casa si no tenía la propia, y - además - un "Cadillac" que Esteban Ballesté colocaba en la puerta del agraciado. Claro, ahora se nombran los funcionarios y la "norma" imperante es el "mientras yo no sepa, lo demás es ganancia", pero - con Gómez, más allá de la magnanimidad - era una advertencia: algo así como el ¿"te doy lo que necesitas para que no robéis"?

LB

3 comentarios:

  1. Estoy realizando una investigación sobre el Dr. Pedro Manuel Arcaya por lo que quisiera me informara la referencia bien sea bibliográfica, documental u oral sobre las aseveraciones en su interesante articulo, sobre el parentesco con Ladislao Andara y el oficio que cumplió como secretario del General Riera.

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  2. Estoy realizando una investigación sobre el Dr. Pedro Manuel Arcaya por lo que quisiera me informara la referencia bien sea bibliográfica, documental u oral sobre las aseveraciones en su interesante articulo, sobre el parentesco con Ladislao Andara y el oficio que cumplió como secretario del General Riera.

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  3. Dos referencias: Academia Nacional de la Historia y Biblioteca Nacional. Gracias.

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