La invasión de Castro León
Jesús Sanoja Hernández
Fracasada la rebelión militar del 22 de julio de 1958, los comprometidos en ella, Castro León a la cabeza, fueron expulsados del país; pero luego de casi dos años de contactos en el exterior fueron reorganizándose para planificar desde Colombia, conjuntamente con otros factores, una invasión que tal vez buscaba reeditar la de Cipriano Castro en 1899. Por eso y por otras razones, Castro León fue llamado, como Castro, “el Cabito”.
Semanas antes, la operación había sido denunciada en la prensa por los sectores de izquierda y por otros situados en el centro. Una información de El Nacional, el día 20, justamente cuando ya estaba a punto de producirse la invasión, advertía su inminencia con el titular siguiente: “El complot tenía conexiones en Roma, Montreal, Madrid, Nueva York y Bogotá”. El corresponsal en San Cristóbal, vía telefónica, el día 19, había comunicado esa noticia, suministrando abundantes detalles, entre ellos éste: “En la frontera ha continuado el movimiento de perezjimenistas, concentrados ahora en Pamplonita y alojados en un hotel de nombre La Montañita, propiedad de Elio Rivas Albornoz, ex jefe de la Seguridad Nacional en Barcelona, Valencia y Coro. Allí fueron vistos hoy, entre otros, el ex coronel Romero Villate y los mayores Vivas Ramírez, ex director de la Policía de El Junquito, y Merchán López”. La invasión se produjo el 20 de abril de 1960, un día antes del Jueves Santo, cuando no circuló el diario, que sí lo hizo, de manera inusual, el 22, que era Viernes Santo. La primera página de El Nacional abre con la noticia de la liquidación del alzamiento (o invasión).
Si bien los efectivos de Castro León tomaron el cuartel de San Cristóbal, no pudieron movilizar sus efectivos hacia otras partes del estado ni reclutar hombres que los acompañaran en su aventura. De ese modo, el movimiento fue prontamente contenido, en medio de un paro general decretado por la CTV y de la movilización de los sectores políticos del país. Hubo que esperar hasta el 26 de abril para que el presidente Betancourt analizara los acontecimientos.
Fotografía: Castro León y Morales Luengo, junto a Pérez Jiménez. Momento, Caracas, nr. 185 del 29/01/60.
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