viernes, 19 de abril de 2013

PARLAMENTO

Santos fantasmal
Ox Armand

Nefasto, precedente,  el monagato de entonces atentó contra el parlamento, muriendo días después Santos Michelena,  luego de recibir una puñalada en la refriega que tuvo por escenario la Iglesia de San Francisco.  Los hechos acaecidos en enero de 1848,  fueron recurrentemente recordados por las fuerzas insurgentes en la década de los sesenta del siglo XX, y ahora convenientemente olvidados cuando sus presuntos herederos ejercen el poder.

No ha habido una sola sesión, serena y – añadimos – productiva de la actual Asamblea Nacional, debido a la violencia que le imprime el oficialismo. Dentro y fuera del hemiciclo,  los diputados de la oposición ven severamente amenazada su integridad física por obra de sus colegas oficialistas y de los partidarios que tienen por oficio el amedrentamiento y la agresión contra la disidencia.

La golpiza propinada al merideño William Dávila constituye un ejemplo palpable, aunque no es la primera vez, porque  otras veces se impone la cobarde trampa tendida en la calle o en los pasillos del Capitolio, lejos de las cámaras de televisión.  Sin embargo, hay otras agresiones que no deben pasar por alto.

El presidente de la Asamblea Nacional decidió reemplazar a los opositores que presiden cuatro comisiones permanentes, faltando a la normativa vigente y a la sensata distribución institucional del trabajo parlamentario que olvida el elevado porcentaje de las curules democráticas. El propósito de fondo reside  en obstaculizar la tramitación de las denuncias y toda iniciativa legislativa que surja independientemente a las que impone el Ejecutivo Nacional, en las comisiones;  e inmovilizar aún más esta elemental estructura de trabajo, consagrando y reforzando el carácter de ininterpelables que ostentan los desagradecidos altos y medianos funcionarios del gobierno.
   
Y nada más inconstitucional y antirreglamentario que pretender que el diputado que hable en las sesiones plenarias, como en las comisiones, previamente deba reconocer a Maduro que, en la práctica,  es un juramento. Se podrá decir que es miedo a la verdad que el orador pueda decir, pero no es así cuando manipulan las imágenes televisivas y son apenas cinco minutos los concedidos para hablar, seguido por la réplica de un insulto de distracción, cuya obscenidad y estridencia distrae y borra cualquier cosa. En propiedad, Cabello está obligado a dar un testimonio de  dureza para complacer al madurismo en ciernes que tanto lo desprecia.
Sea propicio  el 203° aniversario de los históricos acontecimientos del 19 de Abril, para recordar no sólo que la rápida consulta popular convenció e hizo renunciar al capitán general Vicente  Emparan, convirtiéndose en un caro y primigenio ejemplo continental,  sino que tan precursor evento condujo al establecimiento del Congreso Nacional que, poco más de un año después, declaró la Independencia forjada en la pacífica rebelión caraqueña que celebramos y reflexionamos. Vale decir, un parlamento que efectivamente parlamentó, sin miedo a la disidencia, sin cortapisas y, mucho menos, dispuesto a adular, alabar y  congraciarse  con los hermanos Bonaparte o Fernando VII, quienes eran tan foráneos como hoy los hermanos Castro Ruz, son.

El fantasma de Santos Michelena recorre el Capitolio Nacional….

http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/14815-santos-fantasmal

Fotografía: Visita de la Comisión de Guerra y Marina del Congreso Nacional a las instalaciones, debidamente acompañada por el entonces ministro, coronel Manuel Morán. El Universal, Caracas, 02/06/45.

No hay comentarios:

Publicar un comentario