San Marcos, 14: 12-16, 22-26
En su homilía de hoy, el Padre Roberto Martialay (SJ), comentó que Jesús quedó entre nosotros sacramentalmente. Es el vino y el pan, sacrificial. Y, aunque otros sacerdotes puedan opinar distinto, él cree que llegar tarde a misa, en medio de la lectura, por ejemplo, incluso, por distracción, no impide la comunión. Llegamos tarde a una fiesta, como ocurre también (*). La Eucaristía se reparte y tiene un valor autónomo. Hay que ir a lo fundamental, porque Dios no quiere angustiarnos ni atormentarnos con los sacramentos.
Gran misterio el de hallarse realmente en el pan y el vino. Esto no se le había ocurrido a nadie. Es nuestra fe, como la entiende la Iglesia. Modo de recibir la Palabra: algunos podrán decir que es una metáfora, pero –desde las primeras comunidades cristianas – se le acepta como sacramento y aceptamos lo que dice la Iglesia y sus dogmas. Nos hacemos comunidad, cuerpo social.
El Padre Martialay recordó sus inicios, cuando a los once años de edad visitaba la Iglesia, sintiendo el llamado de Dios. Y nos ha parecido un testimonio importante del sacerdote de 81 años que se mantiene firme y diligente.
Por cierto, preguntando de nuevo, nos informaron que el Padre Alvaro Lacasta (SJ) está mejorando de salud, luego del ACV que le dio.
Ex 24, 3-8
Salmo 115
Heb 9, 11-15
(*) Presumimos que involuntariamente.
Fotografía: Jan Sochor , Málaga (2007)
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