lunes, 11 de junio de 2012

ONCENA

EL NACIONAL - Lunes 11 de Junio de 2012     Opinión/12
Libros: Ernesto Garzón Valdés
NELSON RIVERA

Un antecedente. Descubrí a Ernesto Garzón Valdés en el año 1998, cuando la Editorial Paidós publicó, con una generosa introducción suya, El problema de la culpa, de Karl Jaspers. Y digo generosa porque, al contrario de esa práctica común que consiste en prologar libros para añadirles frisos de complejidad, Garzón Valdés apela a sus infatigables recursos de lector y docente para entregar al lector un limpio marco histórico, biográfico y teórico, desde el cual leer a Jaspers (que es, por cierto, lo mismo que Jaspers hizo con sus series dedicadas a los grandes filósofos y los grandes maestros del espíritu).

No tengo manera de resumir aquí la extensa y reconocida trayectoria suya en universidades de Argentina, Alemania, España y Finlandia, ni tampoco dispongo de espacio para listar la decena de títulos que ha publicado sobre las imbricaciones de Ética, Derecho y Política. En cada línea suya, hasta donde lo he leído, el afán de la transparencia constituye el pulso de su prosa.

Los once estudios que reúne en Propuestas (Editorial Trotta, España, 2011) son, sin excepción, discusiones sobre impostergables en el debate planetario. Lo que Garzón Valdés propone es una especie de "corte al tiempo" de un temario que, arranca, se conecta o regresa a la cuestión de la responsabilidad. "Algunas reflexiones sobre la ignorancia", "La calamidad moral del Holocausto", "Restricciones a la democracia representativa" y "Una fundamentación racional de las normas morales", remiten todos al mismo centro: un recurrente empeño de ordenar y despejar los posibles caminos para pensar en las corrientes que actúan a favor de la deshumanización de la condición humana.

Abre el libro un trabajo curioso, "Algunas reflexiones sobre la ignorancia" que ofrece una taxonomía creada por Garzón Valdés (las ocho categorías de la ignorancia que sugiere son: excusante, presuntuosa, culpable, racional, docta, conjetural, inevitable y querida).

Pero es "¿Cuál es la relevancia moral del concepto de dignidad humana?", el estudio que me ha resultado más jugoso, por el modo en que sus hilos se anudan con las dimensiones personales y también colectivas de nuestra vida en común.

A partir de Kant, Garzón Valdés trae a cuento, uno a uno, a los principales teóricos de la cuestión de la dignidad. Y señala: Lo esencial del concepto de dignidad es que no es un concepto descriptivo sino "adscriptivo".

Derivado de ello resulta esta cita de Michael Meyer con que cierro estas notas: "Cualesquiera que sean las desigualdades que una sociedad acepte y cualesquiera que sean los argumentos para justificarlas, desde el punto de vista moral, la única desigualdad que, por razones conceptuales, no es admisible es la desigualdad de dignidad".


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