SERIE IMPERIAL (3)

Días atrás, la prensa local avisó de la nueva serie de televisión, e - imperialmente - Sony traería  a este lado del mundo a la Pan American World Airways. Hoy la hemos visto y,  al chequearla en la red, también nos enteramos que no habrá segunda temporada. Por consiguiente, excepto sea retomada de acuerdo al mercado estadounidense, no sabemos si las incógnitas definitivamente serán despejadas en catorce capítulos.

Vaya trivialidad, la de referirse a la industria del entrenimiento que se convierte, porque lo es, en cultura. Superado el prejuicio, quizá la venta misma del logotipo de la aerolínea fue el postrero negocio de una transnacional que nadie hubiese esperado la quiebra. Quizá, no antes que las petroleras. Seguramente existirá una amplia bibliografía sobre la suerte de la empresa que, por obra de sus competidores contemporáneos y ulteriores, parece que muy pocos extraan.

El capítulo inicial asoma toda una magnífica ingeniería del guión que, presente los servicios de inteligencia en medio de la Guerra Fría, avisa de la quiebra de una relación familiar, el interés de conocer el mundo, la búsqueda de un amor perdido en París, el acoso de un pasajeros de negocios, hasta el detalle laboral de un sobrepeso de medio  kilo de la azapata que se anuncia como rebelde. La producción es extraordinaria, los detalles llegan a advertir la presencia de una infaltable revista como "Life", aunque - no sé si es una impresión subjetiva - el color del video, apastelado, parece propio de la cinematografía de entonces.

Impresionan los resultados de la dura competencia televisiva o cultural en el denostado capitalismo que no encuentran parangón en el otro lado del esquema, excepto la crítica que también se hace tan raquítica que, dudamos, el propio Marx la hubiese acompañado. Además, la cultura del llamado "vintage", sorprendente. Presumimos que la vasta obra de ingeniería, capaz de combinar los personajes y sucesos más disímiles, acompañada por una inmejorable producción, ha de correr con suerte y, aparentemente, no la ha tenido la serie lo suficiente. Esto es, que los nostálgicos sean tantos y fervorosos, como para justificar la inversión. Por cierto, con sus estupendos y, a veces, cuando tenemos ocasión de verla, tediosos desplantes postmodernos, Community ha tenido mejor suerte (curioso el parecido entre Margot Robbie y Gillian Jacobs) abierta a su cuarta temporada.

LB



Cfr. http://es.wikipedia.org/wiki/Pan_Am_%28serie_de_televisi%C3%B3n%29; http://es.wikipedia.org/wiki/Community;
lbarragan.blogspot.com/2010/12/television-del-25.html