En su homilía de hoy, el Padre
Roberto Martialay (SJ) recordó al Padre José Luis Gárate (SJ), recientemente
fallecido. Hizo una breve referencia de su trabajo en Paraguaná, Cumaná,
Maturín, hastaque fue nombrado Superior de la Iglesia de San Francisco, en
2004. (*).
Sin que el hombre lo sepa, la semilla crece, sale el tallo, tiene
hojas, etc., o cae la lluvia. Podemos cortar las hojas, destruir el resultado
de la semilla. Si dependiese del hombre, habría grandes peligros como el de manejar
la resurrección. Hay un universo creador
por Dios que el hombre no domina. Dios no cobra por darnos la función vital del
corazón.
La Palabra de Dios: el verbo se
hizo carne, como dijo San Juan. Obra perfecta de Dios, el verbo se hizo hombre:
Jesús. Dios se encarga de nuestro crecimiento espiritual. El verbo se hizo
corazón humano.
El Padre Gárate creció a nuestros
ojos. Espiritualmente lo hizo, a pesar de las crecientes limitaciones físicas.
“Estoy orando por ti”, decía.
Dios nos ha dado el sacramento de
la vida que nos alimenta. Dios tiene el botón de la resurrección.
Ez 17, 22-24
Salmo 91
2 Co 5, 6-10
(*) Recordamos con
respeto y cariño al Padre Gárate. De carácter, tuvimos – incluso – ocasión de
reseñar la aplaudida lectura del documento de la Conferencia Episcopal con
motivo del proyecto de reforma constitucional en 2007, recordando que la
Iglesia de San Francisco también había sido objeto de agresiones a principios
de la década, mediante la colocación de níples. Dios lo tenga en su reino. Ya creo que el artículo de marras no está en el archivo de Noticiero Digital (LB).
Fotografía: Michael Nichols, "Redwood Tree"
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