Gobierno no tripulado
Luis Barragán
Importantes y trascendentes, hay noticias que sucumben frente a la perversa dinámica discursiva del propio gobierno. Siendo una ganada convicción, deliberadamente las promueve para generar toda suerte de equívocos y malentendidos trastocada la oposición en el enemigo interno, fascista y apátrida de sus tormentos.
El anunciado avión no tripulado, fabricado con el sospechoso concurso iraní, merecía otro escenario de presentación y debate. Transmisor de fotografías y videos, no lo creemos tampoco una suerte de corotico volador con una cámara Polaroid amarrada a la barriga, expropiado a los viejos aficionados que volaban sus aparatos de afición por los lados de El Cafetal.
El asunto estriba en las instancias formales de exhibición y ponderación del producto tecnológico, las inversiones que acarrea y los objetivos que ha de cumplir. Apropiada luce la Asamblea Nacional y su Comisión Permanente de Defensa para la valoración del avión automatizado que, al incluir inevitablemente a la oposición, como siempre ocurría, apartándolo de la diatriba obscena y circunstancial, le permite a la sociedad una mayor dosis de confianza hacia la entidad castrense. Y es que, por muy atiborrado que sea el complejo militar-industrial estadounidense, el Congreso participa de los anuncios e investigaciones que legítimamente preocupa a la opinión pública.
Hay situaciones que desafían al parlamento venezolano, pues, a modo de ilustración, ¿cómo ejercer constitucionalmente el debido control del Ejecutivo cuando presuntamente el primer satélite artificial, como acaecerá con el segundo, únicamente dependen del testimonio personal de sus promotores y realizadores, siendo insuficientes las informaciones genéricas que prodiga la red? El ejemplo es válido, ya que no consta la inutilidad del aparato a los fines militares, revelada la estupefacción de una comisión legislativa que convierte a su presidente en un departamento de relaciones públicas del ministerio del ramo (ni siquiera del Comando Estratégico Operacional).
El gobierno nacional es el que parece no tripulado, no sólo por las ausencias de Chávez Frías, aún hallándose en el país, sino por la terrible inseguridad personal que campea. Va como con ese piloto automático de la supervivencia, confiado en la estridencia propagandística y publicitaria, mientras las realidades lo ensombrecen, convirtiendo las materias más importantes en un pésimo anecdotario electoral.
Ilustración: No conocemos su origen, pero ha circulado exitosamente en la red. Relacionada con la rieda de prensa presidencial sobre las medidas de (in) seguridad personal adoptadas.
Fuente:http://www.analitica.com/va/politica/opinion/2726154.asp
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