lunes, 4 de abril de 2011

MIRADA HONESTA A LA REALIDAD Y ADHESIÓN PERSONAL


San Juan, 9: 1, 6-9, 13-17, 34-39

En su homilía de hoy, el Padre Numa Molina (SJ) resaltó el pasaje desde el principio mismo, pues Jesús vio, no fue indiferente, como también nos ve y no le somos indiferentes a nuestras cegueras. Hay toda una simbología: hizo barro, lo envió a la piscina, le obedeció.

Hasta que no seamos capaces de reconocer nuestro propio barro para vernos, en lugar de mirar a los demás. El ciego está feliz, mientras que los fariseos son infelices. Estos se preocupan por el sábado: infelices por el hermano feliz. Envidia. Persecución. Soberbia. El ciego no ha estudiado teología para afirmar que Jesús es un profeta.

Y es que también somos así. Católicos que no aceptamos que un ateo pueda decir la verdad, tampoco la gente sencilla que no ha cursado teología. Incluye a los sacerdotes. De muchas maneras Dios nos está hablando a través de la gente sencilla.

Siempre en las oraciones – prosigue el Padre Molina – pide a Dios conocer sus cualidades, pero también el propio barro del que se está hecho, para que lo convierta en vasija. Ver la realidad de la gente, ser honesto con lo que se ve.

Ser humildes. No hacerse el sordo ante llamada de Jesús. Vivir con humildad la cuaresma para ver la realidad. Prepararnos.

Lacasta

En su homilía del 02/03/08, el Padre Alvaro Lacasta (SJ), refería - telegráficamente apuntamos - que el ciego no pidió nada, es Jesús el que lo mira, quien corta o rompe con la mentalidad judía de considerarlo un pecador por el hecho de encontrarse invidente; todos somos ciegos de nacimiento, todos estamos enfermos, pero es necesario pasar de las tinieblas a la luz; el ciego tiene fe, además, en definitiva, el cristianismo no es cuestión de ideas o teorías, sino de adhesión personal, de tener compromiso de fe; preguntemosle a la Vírgen María si e resultó fácil vivir la fe; Jesús no pide crear doctrina abstracta, teología, etc., pues - prosigue Lacasta - hay teólogos de gran preocupación y apenas han tenido contacto personal de adhesión a Cristo. Finalmente, el cristianismo no sabe de cosas, porque se trata de una adhesión plena e incondicional a Jesús: busquemos espacio y tiempo para escucharlo.

Ilustración: "Proun" (gouache), El Lissitzky

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