Asfixia de partidos
Ox Armand
Del lado oficialista hay sólo dos que se sientan en la Asamblea Nacional: PSUV y PCV. Del lado opositor como cuatro, realmente decisivos. El resto de las organizaciones (de lado y lado) quedan para el “si quieres, tírame algo”. Así de simple. Todavía falta por conocer los resultados de las primarias de los circuitos, reservada la lista (en un caso) y los del consenso, aminoradas las primarias (en el otro). El saldo de ambos, nos dirá cuáles organizaciones sobrevivieron y con cuáles dirigentes lo hacen, cómo otras se fueron al despeñadero sin registro de sepultureros. Claro, en el caso del gobierno se es gobierno: el presupuesto público los une. En el caso de la oposición se es gobierno así sea de la … oposición y, por ello, el baremo ventajista es de las cifras electorales de 2010 y cuando conviene de 2012, por lo que el partido de Ramo Verde ha jugado con una ferocidad asombrosa. Pero no me quiero referir (adelantándome) a esto, sino a la imposibilidad de crear y desarrollar un partido en Venezuela por culpa de uno y otro gobierno.
En un caso, luce demasiado obvio el control oficialista del CNE. Hace poco, no autorizó a un bojote de partidos, cuya lista incluyó a Marea Socialista y al movimiento de María Corina Machado. Y, en el otro, aunque esté debidamente legalizado, cuesta meterlo en la MUD. A veces, con razón porque existen siglas que juegan con ella y con el gobierno. Para quien esté ocioso, vea con calma las votaciones municipales y regionales pasadas con el cruce de apoyos: un rato con el gobierno y otro con la oposición en los más variados lugares. La inmoralidad no es nueva pero ya llega a extralimitarse. Otras veces, sin razón ya que hay personas de buena voluntad que tratan de institucionalizarse, levantando un partido con los ingredientes que les son fundamentales: mensaje, estructura, organización, seguidores. Sencillamente, no alcanzan el cupo gracias a la diabólica polarización que beneficia a muy pocos. Prensa cerrada, aspiraciones parlamentarias truncadas, monopolio de candidaturas. Se puede ser un tronco de activista en algunas circunscripciones, levantar con entusiasmo un testimonio de trabajo, hallar audiencia regional: el centralismo caraqueño de los partidos, el de los pocos que deciden, en nombre de las direcciones nacionales que nunca reúnen y consultan, dejando en las jefaturas la decisión, asfixia toda iniciativa. En Cabudare, Chejendé, San Fernando de Atabapo, Güiria o Las Mercedes del Llano, puede existir y existe una promesa de diputado, capaz de instalarse y de sostenerse en Caracas por varios días en la semana, con una visión y un planteamiento valederos, pero es en Caracas donde su suerte será sellada. Ni el precandidato i su nonata organización de alcance geográficamente limitado, por muy representativo que fuere de su comunidad, tendrá la ocasión de una curul. Esto no se queda así: por representativo que sea su partido, por el camino que van las cosas, abortará.
Podemos preguntarnos si, ahora, se fundasen el Partido Comunista, Acción Democrática, URD o COPEI, ¿tendrían posibilidades? ¿Podrían promover al parlamento a sus dirigentes? ¿No los asfixiaría el Partido Conservador o el Liberal Amarillo? ¿O las Cívicas Bolivarianas o el PDV de Medina Angarita?
Fuente: http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/22902-asfixia-de-partidos
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