sábado, 2 de junio de 2012

ARMONÍAS TEMÁTICAS

EL NACIONAL - Sábado 02 de Junio de 2012     Escenas/1
Juvenal Ravelo descubre los colores del siglo XXI
El artista presenta una serie de 34 obras cinéticas, en las cuales rinde tributo a los personajes y creadores que han investigado el fenómeno de la luz
CARMEN VICTORIA MÉNDEZ

"El viajero que huye, tarde o temprano detiene su andar", cantaba Carlos Gardel en "Volver".

La frase de este tango le viene como anillo al dedo al creador cinético Juvenal Ravelo para describir su producción artística de los últimos años. Después de dedicarse de lleno a su proyecto Arte de Participación en la Calle, que lo ha llevado a pintar sus módulos cromáticos sobre fachadas de casas rurales y en sectores populares, decidió volver a la intimidad de su taller. Allí desarrolló las 34 obras que integran la exposición Luz y color en el nuevo milenio.

Al artista le tomó dos años preparar la muestra, que propone un homenaje a varios personajes y lugares clave de la geografía nacional y universal.

El primero de ellos es Armando Reverón. Ravelo le dedica un cuadro en el que predomina el blanco. "Con estas obras rindo tributo a los pintores y personajes que han tenido que ver con el estudio de la luz. A Reverón lo admiro desde que yo era estudiante de la Escuela de Bellas Artes. En esa época fui a Macuto a conocerlo".

El pintor, oriundo de Caripito, Monagas, dedica una serie de cuatro obras verticales al físico inglés Isaac Newton. Las piezas, en forma de columna, se basan en el principio de la fragmentación de la luz y el color, en el que Ravelo ha basado su investigación desde finales de los años sesenta. "Newton fue el científico que estudió cómo ocurría en la naturaleza el arco iris. Las pinturas están hechas en la gama que él descubrió cuando atravesó el rayo de luz blanca con un prisma, que es lo mismo que ocurre cuando el rayo de sol se cruza con las gotas de lluvia".

Las obras de Ravelo se caracterizan por la integración de elementos metálicos que reflejan la luz. Ello le permite al artista jugar con prismas y aportar un sentido estético al lenguaje cinético. "Me ayuda a lograr un estilo distinto al de Carlos Cruz-Diez, Soto, Le Parc o Vasarely".

En las tres salas del Centro de Arte Daniel Suárez, el creador propone armonías cromáticas basadas en temas como Maracaibo ­que tiene colores fuertes y los azules del lago­ y el compositor Luis Mariano Rivera, autor de "La cerecita". "Él es de oriente como yo y lo admiré mucho. Sus canciones son un homenaje a la ecología, a la fauna y a la flora".

Éste es apenas un ejemplo de la integración de lo popular el arte cinético, esa utopía científica que nació en Francia en el siglo pasado. "Entre lo popular y lo culto se produce una metamorfosis interesante. En los barrios la gente que ha participado en la realización de los murales y las intervenciones se emociona cuando ve los bocetos. Hay una identificación.

El espectador del barrio quizás carezca de la oportunidad de ir a ver una muestra en un museo o en una galería, por razones económicas y educativas, pero me he dado cuenta de que tienen la misma sensibilidad ante el arte que quienes viven en la opulencia".

El módulo de la obra Marcigny, que desarrollará en la homónima ciudad francesa, también se exhibe. "Voy en julio para allá, invitado por la Embajada de Francia, a hacer dos murales con los estudiantes.

Será como lo que hicimos en Los Flores de Catia".


Los Ganz compraron El sueño en 5.000 dólares. Esta obra fue vendida en la subasta de Christie’s en 48 millones de dólares, la más cara de este lote de 17 Picassos.

Apenas superada por Les Noces de Pierrette, que fue adquirida en una subasta de Francia (1989) por 51 millones de dólares.

El matrimonio Ganz cultivó una peculiar sensibilidad para vivir entre obras de arte. Sin ninguna intención específica. "Siempre odiamos la idea de construir una colección de arte. Nunca comenzamos ­y esto es absolutamente crucial­ a formar una colección", aclaró alguna vez Sally Ganz, de acuerdo con un excelente reporte de Calvin Tomkins en The New Yorker, en noviembre de 1997.



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