Demasiado optimismo puede derrochar un modesto blog como para suponerse tan visto y capaz de suscitar remordimientos, pues, nunca concluimos la obra de James Neugass. Incurrimos en un error cierto tiempo atrás, colocándonos en el departamento de los pendejos, al prestar la obra cuando lantransitábamos justo a la mitad. Y, por estos días, aunque no revelamos el nombre de la persona a la que prestamos el ejemplar, la recordamos. Se trata de alguien que se incorporó a las Brigadas Internacionales cuando la España República intentó librarse de la agresión, dejando un testimonio extraordinario de la guerra civil que tardó más de medio siglo en publicarse. Y hay quienes dicen que el diario coloca al autora la altura de los mejores que reportaron y reflexionaron sobre una tragedia que se creyó, al principio, casi una vreve escaramuza políticamente anécdotica.
Además de presumir la devolución, sin precisar al beneficiario que posiblemente también lo prestó, pendejicidas todos, valga la coletilla: guerra es guerra. De modoque, en la Venezuela actual, mal pueden hacerse cálculos de una confrontación que dejará quizá ileso al "comando" oficialista y al opositor, mientras el pueblo sucumbirá.
LB
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