lunes, 4 de julio de 2011

IRÓNICAMENTE, SUYO


De nuevo, siempre que sea ajena
Luis Barragán


Radicalidad a la que decimos no acostumbrarnos, nada más igualitario que la muerte (y sus inminencias). E, incluso, para el más sectario y consumado liberal que incurra en ella, por obra de una epidemia. Sin embargo, reportamos novedades.

Después de la reunión extraordinaria de la dirección del partido en el que milito, hicimos una rápida diligencia en el centro histórico de la ciudad capital. Al llegar, quedaban los testimonios de una refriega que, al irnos, se concretó.

Los familiares de las víctimas de la masacre de El Rodeo intentaron protestar y fueron repelidos, en las inmediaciones de la sede del Ministerio Público. Ubicándose al frente, a las puertas de los tribunales laborales, desde el día anterior, escenifican una justificada y legítima huelga de hambre.

Hay desaparecidos – al parecer – por siempre irreportables, esencia de las angustias familiares. Se nos dijo de enfermos terminales (leucemia, sida), que no reciben el tratamiento adecuado, mudados a establecimientos más lejanos.

Evidentemente, la militarización del problema no lo solventó en modo alguno. Además, un compañero de partido, especialista jubilado en los asuntos afines, nos manifestó que ni siquiera contaron con los planos del establecimiento penitenciario para tomarlo, siendo preferible que lo hicieran los agentes policiales debidamente entrenados.

Mientras escribimos la presente nota, un comentarista de planta, desde la emisora televisiva del Estado que presentó la comunicación de Chávez Frías con entrevistadores cubanos, asegura que en la oposición se soltaron lo demonios, desinformando sobre la salud del presidente. Tamaño cinismo para comentar la suerte del barinés y, como siempre, obviar la inmensa paradoja que acompaña al paciente de La Habana.

La muerte, mientras sea la más ajena de todas, poco importa aún tratándose de los sectores más empobrecidos, vulnerables e indefensos de la población. No es de reciente data el problema, pero se hizo más en el pasado que en un presente donde importa el único hilo que ata a todo el régimen, banalizado el drama carcelario.

La muerte, la menos ajena de todas, concernido el destino del país, presta al morbo de los extremos políticos. Y queda intacta esa angustia por la propia, ese peregrinaje en este mundo del que ha hablado muchas veces el Padre Alvaro Lacasta.

Nos resistimos a creer en una finta, en un abalorio político inescrupuloso. Gigantesca ironía de la historia de la que mayor certeza se tiene en la huelga de hambre de los familiares de las víctimas de El Rodeo, alfilerada la vida en La Habana.

Fuente: http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/8721-de-nuevo-siempre-que-sea-ajena
Fotografía: LB, huelga de hambre de los familiares de El Rodeo (01/07/11)

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