sábado, 16 de julio de 2011

LAS OTRAS METRÓPOLIS


EL NACIONAL - Sábado 16 de Julio de 2011 Papel Literario/1
Tres espacios, muchos medios
Figura destacada entre los artistas de medios mixtos, Magdalena Fernández (1964) ha mostrado una exposición que puede considerarse un hito en Caracas: se realizó en tres lugares simultáneamente
JESÚS FUENMAYOR

La reciente individual de Magdalena Fernández fue la primera en el país desde su muestra en el Museo de Arte Contemporáneo de Caracas hace más de un lustro, resultado de un esfuerzo conjunto entre Faría+Fábregas Galería, Periférico Caracas y el Centro Cultural Chacao, contando además con el apoyo de Henrique Faria Fine Art en Nueva York. Bajo la coordinación de Faría+Fábregas Galería, la exposición se realizó simultáneamente en tres espacios que trabajaron con el fin de producir una serie de presentaciones inéditas de una de las creadoras venezolanas más destacadas de su generación. El esfuerzo en conjunto de estas cuatro instituciones estuvo motivado, en primer lugar, por la variedad de experiencias espaciales que Fernández propone en su obra, pero fue un aliciente adicional el proceso de reforzar los vínculos para cumplir con nuestros propósitos institucionales, dirigidos a comunidades y espectadores coincidentes, resaltando nuestras dinámicas, potenciando el movimiento y la riqueza de las fricciones. La de Fernández se presta especialmente para estos fines, por tratarse de una propuesta que invita a ser vivenciada tanto desde lo perceptual como desde lo narrativo. Por ello, el eje de la exposición se centró en el problema del movimiento y las resoluciones que la artista propone a través de medios tan distintos como la instalación, la escultura, el collage y, predominantemente, el video. Estos diferentes medios a su vez incorporan otros recursos en el proceso de elaboración, con lo cual la fotografía, la animación digital y el diseño coexisten en la diversidad de aproximaciones y resultados planteados, en los que influyen por igual no sólo la particular y exigente factura que las caracteriza, sino la infinita variedad de materiales tanto de procedencia industrial como artesanal, abarcando desde refinadas estructuras de cobre y aluminio con diseños especiales de engranaje, pasando por la inédita presencia de material encontrado en los collages, hasta la cambiante sustancia de los videos y su riqueza polifónica.


Relatos movientes
Si bien la obra de Fernández ha sido inscrita sistemáticamente por la crítica como un caso a ser estudiado dentro de la tradición abstracto-geométrica, con vínculos muy fuertes dentro de la vertiente venezolana, también es cierto que su obra ha venido indagando en las posibilidades de relacionarse críticamente con esta tradición. De hecho en esta exposición prevalecen los enfrentamientos de lo geométrico con lo natural, con abundancia de referencias al paisaje (bosques, árboles, ramas, lluvia), así como a sonidos del mundo animal. La tensión entre lo geométrico y lo natural se intensifica porque muchas de estas referencias están entroncadas con aspectos que pueden pasar por peculiares o pintorescos. Así, una obra emblemática del Mondrian de la época de las primeras abstracciones sirve como base para una video-animación que se configura y desfigura al ritmo del sonido de un aguacero tropical, al igual que con un video infiltrado por coloritmos de Alejandro Otero moviéndose al compás del canto de un turpial. Esta referencia a lo "pintoresco", sin embargo, no es tan abrupta como parece: en su ensayo "A Picturesque Stroll", 1 Yve-Alain Bois lo analiza como categoría estética en el contexto de la obra de Richard Serra, para hablar de un tipo de experiencia espacial en la que la totalidad de un objeto escultórico nunca se logra aprehender del todo, como sucede con la experiencia del paisaje natural. De una manera muy similar habla Sandra Pinardi de la obra de Fernández, al referirse a los objetos como cuerpos con movimiento y aparente vida propia. Para decirlo con las palabras de Pinardi en su texto para la exposición, al enfrentarnos con cada una de estas obras de Fernández, estamos ante "un objeto moviente de objetos movientes en el que de lo que se trata es de la construcción de situaciones `comunes’ que hagan posible que los sujetos inventen cada vez, nuevamente, los lugares en los que están, en los que son y actúan, impregnándolos de sus memorias y expectativas, haciéndose propietarios de sus riesgos y oportunidades, de sus palabras y acciones".


El recorrido
Todas las obras que conforman esta triple exposición individual, fueron pensadas específicamente para adaptarse tanto conceptual como espacialmente a cada situación, haciendo del recorrido una experiencia única para el espectador, tanto dentro de cada espacio como de una a otra estación a través de la ciudad.

En el caso de la exposición en Faría+Fábregas Galería, Fernández presentó un cuerpo de trabajo totalmente nuevo.

Este segmento, cuyo subtítulo era Tierras, estuvo conformado por una serie de cinco videos (apuntes) realizados con cuadros fotográficos, así como por un grupo de collages (matricesapuntes), una obra escultórica realizada con troncos (2i011) y una video instalación que lleva por título "2pmTG010, `Ortalis ruficauda’". De este grupo resaltan la alusión en algunas las obras al padre del constructivismo uruguayo, Joaquín Torres-García, y su entroncamiento con las raíces orgánicas de esta tradición.

Para el crítico Rafael Castillo Zapata, la obra actual de Fernández continúa con su indagación en "varios de los principios que han determinado la factura de sus dispositivos de intervención espacial: la vibración, la reverberación, la ondulación, la retícula, el contraste, la resonancia, la duración, la desaparición, el flujo".

El segmento de la exposición en Periférico Caracas subtitulado Estructuras, trabajó, justamente, una experiencia en donde lo constructivo aparece intervenido por estos principios resaltados por Castillo Zapata, dando paso a una relación más ambigua con las posibilidades de alegorizar al mundo natural. Este conjunto tuvo como protagonista una enorme instalación de 15 x 14 metros compuesta por varillas metálicas de aluminio y cobre, suspendidas del techo en equilibrio inestable, susceptibles al más mínimo roce de los visitantes. En este espacio también se presentó "2iPM009", video instalación sonora habitando un área de 14 x 10 metros, tomando como motivo deconstructivo la emblemática obra de Mondrian. Un conjunto de ocho videos (apuntes de naturaleza en blanco y negro) completaron este grupo con imágenes de ramas y hojas en movimiento, metaforizando al cuerpo con los elementos naturales.

En otro de los textos para el catálogo de la exposición escrito por Nydia Gutiérrez, la autora insiste sobre la invitación que las obras de Fernández hacen a "una vuelta a la naturaleza, en contravía al camino que recorrió la abstracción geométrica moderna, de lo natural a la abstracción", buscando "abiertamente naturalizar sus construcciones, su geometría". En el segmento de la exposición del Centro Cultural Chacao subtitulada Atmósferas, se mostró sólo obras en video, entre las que sobresalen dos instalaciones: "1pmAO010, `Icterus’ (turpial)" y "1pmS011 (amanecer)". La primera partiendo de la estructura compositiva de los coloritmos de Alejandro Otero y la segunda, inédita, un estudio de la geometría vibracional de Soto. Estas obras estuvieron acompañadas por una pequeña antológica de sus video animaciones.

El otro texto para esta exposición, a cargo de Juan Ledezma, propone una síntesis del conjunto a través de la lectura de la obra "1pmS011 (amanecer)". Ledezma señala, conclusivamente, lo siguiente: "No es, sin embargo, la naturaleza misma, sino su conversión tecnológica, lo que Fernández orquesta como el fondo auditivo de su interpretación de la obra de Soto.

Y ese fondo se aglutina como un todo fracturado: un compuesto inestable de fragmentos sonoros que se disputan la atención de quien los escucha, intensificando así la divergente percepción de la construcción siempre desplazada, siempre cambiante de lo que toma cuerpo sobre la pared. El tecnologismo primitivista de la artista no recurre, entonces, al mundo natural en un intento conciliatorio por atenuar la disrupción. En 1pmS011, como en otros trabajos que combinan imagen y sonido de forma similar, la naturaleza aparece como otra figura de una unidad que es, a un mismo tiempo, invocada y negada. La naturaleza es allí un elemento de ruptura y disonancia en un campo de `tensión total’".

NOTAS 1 "A Picturesque Stroll" (Un paseo pintoresquista), Yve-Alain Bois, October, The First Decade, The MIT Press, 1987.

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