lunes, 4 de julio de 2011

ENTRE CONTRAPUNTO Y SARDIO


Haciendo justicia, fue un extraordinario hallazgo el del ejemplar por - apenas - Bs.F. 5,oo, en la Librería del Sur del teatro "Teresa Carreño", Caracas. Ganadora de la XVII Bienal de Literatura "José Antonio Ramos Sucre", vamos por la mitad de una obra que cuenta con un magnífico soporte teórico.

"Narrar en dictadura. Renovación estética y fábulas de identidad en la Venezuela perezjimenista" de Raquel Rivas Rojas (El Perro y La Rana, Caracas, 2010), nos lleva a "El camino de El Dorado" de Arturo Uslar Pietri y "Cumboto" de Ramón Díaz Sánchez, "Los alegres desahuciados" de Andrés Mariño-Palacios y "El falso cuaderno de Narciso Espejo" de Guillermo Meneses, "Todos iban desorientados" de Antonio Arráiz y "Casas muertas" de Miguel Otero Silva, "Bela Vegas" y "Amargo el fondo" de Gloria Stolk y "Memorias de una loca" de Conny Méndez.

Para quienes somos aficionados, mas no especialistas, en el ensayo de marras nos avisa, por un lado, de una consideración más sistemática y no menos entretenida de la literatura que también, casi inadvertidamente, nos hizo frente al repertorio radiotelevisivo. Por el otro, de autores que, independientemente de sus posibles adscripciones políticas o ideológicas (o ambas), hacen una estupenda contribución al país, lamentablemente desconocidos por el gran público. Al respecto, quizá haya críticos más conocidos por sus regulares contribuciones a la prensa escrita que por sus obras más densas. Por cierto, finalmente, el período tratado se ubica entre la aparición de la revista "Contrapunto" (1948) y "Sardio" (1958).

LB

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