jueves, 6 de diciembre de 2012

PEDAGOGÍA DEL TIEMPO

EL NACIONAL - Lunes 26 de Noviembre de 2012     Escenas/2
Tiempo personal de la ciudad
PALABRAS SOBRE PALABRAS
LETRAS
FRANCISCO JAVIER PÉREZ

La reflexión sobre la ciudad de Caracas constituye una zona de estudio cultural de gran espectro.
Desde los aportes registrados durante los tiempos de fundación y primeros desarrollos hasta los del presente más palpitante, la ciudad ha sido fuente permanente de inspiración benefactora, auspicio de nostalgias y gestión de reclamos de varia naturaleza. Gestos amatorios o críticos sobre lo que la ciudad ha sido capaz de hacer germinar en sus hijos, en sus visitantes de brillante u oscuro linaje, en sus cronistas de prosa estrellada, en sus creadores de noble acierto, en sus artistas de interminable gestión y en sus habitantes de quehacer común. Formas del elogio o del fuego, vocación de festejar o castigar, energías y fuerzas convocadas para la descripción y la comprensión del objeto singular, interminable interpretación sobre el significado siempre por descubrir de la urbe prodigiosa.
Estas situaciones son las que podemos encontrar en el hermoso libro Caracas en varios tiempos (Fundación Empresas Polar/ Ediciones Grupo TEI, 2012), de Rebeca Zieghelboim, Nelly Ramírez, Silvia Beaujon, Horacio Biord Castillo y Franklin Martínez. Reúne las firmas de estos caraqueños con la misión de mostrar cómo Caracas vive en el tiempo personal de cada uno de sus habitantes, testigos personales de la vida de la ciudad más allá de fechas y cifras. Libro no para recorrer la historia citadina en sus etapas históricas, sino para seguir un quinteto de historias de caraqueños y sus vínculos con la ciudad en sus tiempos particulares. Y, esto, quizá, sea lo que todo caraqueño guarda como relato individual y propio de lo que la ciudad ha sembrado y hecho germinar en él. Caracas es la ciudad signada por el tiempo personal e interior (íntimo), de cada uno de sus hijos, pues llevan en su corazón una Caracas personal, colorida u opaca, y en su mente una Caracas particular, afortunada o sin dicha, capaz de regir sus destinos personales y de magnetizar sus enconos o sus elogios en grados tales que casi siempre desconciertan por la altura de sus decibeles o la gravedad de sus tonos.
Registro de encomiable equilibrio entre las notas altas o bajas en torno a la remembranza sensible por el pasado perdido (la ciudad que no volverá) y en cuanto a la evaluación aguda de un presente de cambio continuo y demoledor de todo pretérito (la ciudad agónica y despiadada); ritmo impío de una urbe que quiere siempre ser joven y nueva, sentirse moderna y al día.
Desapegado de estos síndromes capitalinos, este bello libro ofrece una posición nueva en la escritura de la ciudad. Anhela un relato personal y crítico en donde la nostalgia por la Caracas ya ida se desprende del tono poético tradicional en favor de uno que, sin distanciarse del sentimiento noble hacia la ciudad, permite hacer señalamientos sobre los deterioros físicos, patrimoniales y sociales y proponer alternativas de interpretación sobre las razones de ellos y las nuevas opciones de vida que se han gestado para aminorar la agonía de una urbe tan signada por los cambios y el desamor.
Estas páginas están escritas con autenticidad y sus palabras están salidas desde el corazón. Gracias a este libro, corazón y autenticidad vienen a ser los dos mejores lugares para manifestarnos caraqueños.

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