CIUDAD CARACAS, 8 de Agosto de 2012
LETRA INSURRECTA/ Bolívar digitalizado
ROSA ELENA PÉREZ MENDOZA
La imagen nos interpela y abruma. Luego de haber pasado varias generaciones de ancestros captando interpretaciones cercanas y distantes, certeras y fingidas, no es fácil asimilar este rostro de Bolívar que convoca a desmontar viejos imaginarios y a instaurar nuevos paradigmas. El reto invita a derribar esquemas y a continuar la construcción de un presente lleno de genuinas posibilidades.
Así, uno se repregunta en torno a las ideas que alimentaron a este hombre sobre la naturaleza de su grandeza, pero también surgen interrogantes más humanas y sencillas: ¿Cómo fue la relación de El Libertador con la Negra Hipólita?, ¿qué música escucharía en su juventud?, ¿cómo sobrellevó y cómo lo marcó la pérdida de seres esenciales?, ¿cuáles fueron las decisiones tomadas a raíz de esas pérdidas?, ¿cómo enfureció y entristeció ante las deslealtades?, ¿cuáles fueron sus angustias? A medida que respondemos estas preguntas, va disolviéndose el fino perfil español dibujado por pintores que respondían a los intereses de una oligarquía, y vislumbramos el ser de carne, pasión y huesos que tanto requerimos construir simbólicamente como pueblo y que se halla plasmado en el retrato hace poco develado por el Presidente de la República en la celebración de un nuevo natalicio de nuestro amado Libertador.
Ciertamente, estamos ante la democratización de la memoria, pero el esfuerzo ha de ser mayor, pues hay que acompañar la muestra del rostro digitalizado de Bolívar con acciones estratégicas que den más cuerpo a esa imagen que encanta; sin embargo, también podría resultar ajena, de modo que hay que efectuar estrategias que den respuesta a la natural curiosidad de un pueblo. Hay que organizar talleres, charlas, seminarios, desplegar discusiones en torno al tema, realizar programas, conferencias, escritos que lleguen a la gente para integrar la nueva imagen de El Libertador a una relectura de la historia desde la participación y el heroísmo de todos. Es imprescindible que la apropiación de esta imagen se acompañe con herramientas que afiancen la comprensión del rol que los venezolanos tenemos en este desafiante instante.
Hoy logramos, junto a la ciencia y la técnica, esta gráfica de Bolívar: semblante que agita y deslumbra. Conmueve la profundidad de la mirada, su penetración ígnea, el renovado llamado a la lucha, la faz angulosa convocando a la libertad del pueblo y a la obtención de soberanía. Entonces, es vital colocar esta imagen en un espacio simbólico adecuado dentro del imaginario del pueblo. Ese pueblo que hoy descubre hasta dónde llega Bolívar sintiéndolo en su piel, pero también sabiéndolo.
Fotografía: LB, esquina de La Bolsa, Caracas (martes, 07/08/12)
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