Descubrimos y adquirimos esta
edición de Anagrama (2007), antes que la "Trilogía de Nueva York" de
la que forma parte. Más que de la historia de Fanshawe, es la de sus
admiradores. Y, como ya está ocurriendo con un autor al que nunca habíamos
leído, hay algunas constantes en clave de suspenso que, nos parece, no
termina de perfeccionarse dejando el testimonio del oficio y sus
vicisitudes: el de escribir como si casi siempre se estuviera presto al
sacrificio, al exilio, a la deliberada precariedad (¿una mística de la
precaredad?) del escribiente. Hay momentos, a nuestro modesto entender,
muy bien logrados, al lado de otros que Auster los despacha siin ton ni
son. Una persona amiga que ha leído a Auster, prefieron a Ph. Roth, nos
dice de las fallas de traducción - esta vez- de Maribel de Juan (la
jerga urbana es digna de destacar, dice el amigo). Por lo pronto, Auster
es de fácil manejo para los instantes de espera (reuniones de trabajo,
consulta con el oftalmólogo, viaje en el metro, un café de espera en
Parque Aragua, regreso de una conversación en Cagua, etc.) Potable....
(Grupo Libros / Facebook)
LB
No hay comentarios:
Publicar un comentario