EL NACIONAL - Sábado 11 de Agosto de 2012 Escenas/1
El encierro del adicto visto a través del arte
Armando Ruiz trata el tema del abuso de las drogas en una instalación basada en el cuerpo
CARMEN VICTORIA MÉNDEZ
Una pared de bloques de yeso hechos por el artista Armando Ruiz bloquea el acceso a la galería Carmen Araujo Arte. Nadie puede entrar ni salir de la sala.
Es una cárcel en la que apenas una rendija comunica el espacio expositivo con el mundo exterior, así como al espectador con la obra.
En la muestra Adhesión, Ruiz recrea el encierro en sí mismo que experimenta la persona que es adicta a las drogas. La primera individual del artista ganador del Salón Jóvenes con FIA y del Salón de Jóvenes del Museo de Arte Contemporáneo del Zulia es una gran instalación que alude al consumo de cocaína y los estragos que causa en la sociedad. Para ello, el creador parte de una propuesta escultórica basada en la figura humana deshumanizada.
Ruiz crea un cubo blanco con bloques de yeso (una analogía entre ese material y las panelas de cocaína) que contiene unos seres también blancos, cuyos cuerpos elaborados con tela están mutilados, no tienen rostros ni cabezas, y en lugar de extremidades tienen cuchillos. "Muestro al adicto socialmente alejado, encerrado en su propio problema.
Quitarles la cabeza es una manera de quitarles la racionalidad, de mostrar que actúan por impulso, sin pensar. El de la adicción es un tema que me toca de cerca", señala el artista que nació en Barranquilla y reside en Maracaibo.
Las piezas muestran a las figuras interactuando con otras: un muñeco con muletas, que en realidad son cuchillos que aplastan a un ser más pequeño, muestra al padre discapacitado que se apoya tanto en sus hijos que termina por aplastarlos. Una mujer devorada por un animal mitad boa, mitad pene alude a la relación destructiva que el adicto establece con su pareja. La figura de una madre amamantando a su hijo a través de un seno punzante es una metáfora de la figura materna que sin querer alimenta la agresión. "Me centro más en el género masculino porque considero que es el detonante del problema", indica Ruiz en el montaje.
El creador ha trabajado aproximadamente un año en esta instalación, que también incluirá una obra titulada Una y otra vez, que es, esencialmente, un atrapamoscas hecho con alambre de púas. También hay un video y un libro-objeto que contiene palabras troqueladas en bajorrelieve. "En Adhesión se desarrolla un tema que pertenece al repertorio previamente tratado por el artista: la adicción a la cocaína, pero ahora Ruiz traduce sus ideas a medios que resultan novedosos dentro de su quehacer artístico. De esta forma, el cuerpo humano, actor y continente de la experiencia de la adicción se manifiesta en toda su miseria", dice Israel Ortega en el texto curatorial.
Lo instalativo y lo tridimensional, así como el tema de la violencia expresado de manera conceptualista, está muy presente en la obra de Ruiz, formado como escultor en la Universidad del Zulia.
Participó en Jóvenes con FIA con una obra integrada por 37 herramientas punzantes elaboradas con huesos de animales. En esa ocasión, el jurado resaltó el dominio técnico del artista, la visión que propone del uso de los objetos y su capacidad de generar reflexión.
Fotografía: Manuel Sardá
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