Intentamos a PA. No es fácil
hallar a un autor con el cual "enfiebrarnos" o "engacharnos". Eso
ocurre cuando - casi inadvertidamente - nos metemos en una de sus obras
que sigue a otra, hasta llegar a sus críticos. Ensayamos esta vez con
una historia de estupenda imaginación, a propósito de un actor del cine
mudo que sirvió para aliviar la suerte de un académico que, por azar, se
motivó a investigarlo concluyendo - otro azar - con la historia de una
rápida agonía, después de hallado. Y ésto sirvió para despejar la
incógnita de un viejo crimen. Sentimos que la obra llega a un punto
culminante, con la maestría de Auster, pero luego se precipita sin el
anterior manejo de las claves y expectativas que despertaron interés,
sobre todo para quienes no somos muy aficionados al género. Pero hay
destreza, tratamiento adecuado, cavilaciones, ensayo de fondo sobre las
realidades estadounidenses sin necesidad de mencionarlas, transiciones,
cambios. A nosotros, no nos gustó el final; a lo mejor, a otros les
gustará. Hay un empeño recurrente del autor como suerte de albacea de
los sujetos que atraviesan una honda crisis existencial e, ilustrados,
urgen de Auster precisamente para ilustrarla. Ya veremos qué nos pasará con La
trilogía ....
Por cierto, el formato de la
colección de Seix Barral (¿reunida de nuevo la editorial?), es
supercómodo, impecable, manejable, apto para todo biblio-sutra que
deseemos....
LB
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