miércoles, 4 de abril de 2012

CESE LA VIOLENCIA !!!!


AVANCE DE EL NACIONAL EN LÍNEA

Frente a las 400 personas que tuvieron acceso a la misa de mediodía en la Basílica de Santa Teresa, el cardenal Jorge Urosa Savino llamó al cese de la violencia en el país.

Señaló que este es un problema que ha venido en aumento y que hay que tratar de detener: “Insistentemente he solicitado con mucha firmeza y con respeto a las autoridades para que cumplan con el resguardo de la seguridad personal y patrimonial de los venezolanos. Todos tenemos derecho a vivir en paz”.

El sacerdote lamentó la muerte de Karen Berendique, hija del cónsul chileno en Maracaibo, del ex gobernador de Apure, Jesús Aguilarte, del diputado del Consejo Legislativo del estado Bolívar, Juan Carlos Figarella (Psuv) y de la “cantidad de jóvenes y muchachos que han sufrido de esa violencia asesina”.

Urosa Savino aconsejó a los presentes mantener una actitud de tolerancia frente al otro y el control de las pasiones y reacciones. “Hay que sacar el germen de la violencia de nuestros corazones”; subrayó.

Durante la misa se entonaron las notas del Himno Nacional para pedir por la paz del país.

Compromiso con la fe
Desde la medianoche los feligreses hacen fila para presenciar alguna de las 16 eucaristías que estaban pautadas desde las 12:00 am hasta las 4:00 pm.

Hasta los momentos alrededor de 6.000 personas han podido entrar en la basílica para demostrar su fe, pagar alguna promesa y apreciar la imagen encorvada del Nazareno de San Pablo. "El venezolano es creyente. Por eso el país va a salir adelante", afirmó Carmela Selvaggeo desde la cola para entrar a la iglesia.

El cardenal, en su mensaje agradeció esta demostración de fe que se está dando en las iglesias de toda Venezuela. “Les invito a reafirmar este compromiso y a recordar que la felicidad no está por el camino del pecado, del mal, de la soberbia o la avaricia; la conseguimos cumpliendo la palabra de Dios. Felices los que escuchan la palabra de dios y la cumplen”, destacó.

Rechazo
Urosa Savino aprovechó la celebración para recordar a la feligresía que, aunque respeta todas las religiones, “no podemos ser católicos y santeros al mismo tiempo.

La santería es totalmente distinta a la religión católica. No podemos tener dos dioses”.
Aprovechó también para rechazar el aborto provocado, considerándolo un pecado gravísimo porque se trata del asesinato de un inocente, por la madre, que es la persona que está llamada a protegerlo.

Aproximadamente 100 funcionarios de Protección Civil, 60 efectivos de la Guardia Nacional, 300 bomberos del Distrito Metropolitano y 600 policías nacionales están instalados en la Basílica desde el pasado domingo, para resguardar a los visitantes.
Los bomberos estiman que desde el Domingo de Ramos hasta el Domingo de Resurrección, alrededor de 1 millón de personas visita este templo.

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