martes, 10 de abril de 2012

MANUAL DE REPARACIÓN


EL NACIONAL - Martes 10 de Abril de 2012 Opinión/8
El tiempo político
El tiempo psicológico se ha acortado quizá por el aumento de la rapidez o velocidad con que cambian las cosas y los asuntos humanos. Quizá para los animales esto no suceda
MARCOS A. PEÑALOZA-MURILLO

Se cuenta que una vez, después de haber dado una conferencia sobre su teoría especial de la relatividad, un joven estudiante se le acercó a Einstein para preguntarle si no había una manera más sencilla de entender lo que él explicó sobre la contracción y dilatación del tiempo físico, ya que eso era muy complicado.

Einstein, según cuenta la anécdota, le respondió afirmativamente cuando le dijo que sí, que sí había una manera muy fácil de entenderlo.

Para ello le refirió que si estaba enamorado, seguramente había sentido que el tiempo se le pasaba muy rápido cuando estaba con su novia y muy lento cuando no lo estaba; así, el tiempo era relativo: se dilataba o se contraía dependiendo de si él estaba o no estaba con su novia.

No hubiese sido extraño que el estudiante hubiera pensado: Es usted muy gracioso, profesor Einstein. Seguramente, hoy Einstein le hubiera respondido a una esposa obstinada del matrimonio lo inverso con relación a su marido, es decir, que cuando está con el esposo el tiempo pasa muy lento y cuando no lo está, pasa muy rápido.

Con esta analogía Einstein se estaba refiriendo, obviamente, a lo que se conoce como tiempo psicológico o personal, el cual es subjetivo y está controlado por las emociones, sentimientos y pasiones.

Pero fue muy hábil en la explicación al basarse heurísticamente en una analogía para dar a entender que el tiempo físico también es susceptible de contraerse y dilatarse, por lo que físicamente el tiempo también es relativo, dependiendo de la velocidad en que se viaje y del marco de referencia donde uno esté.

Por lo que se siente hoy día el tiempo psicológico no sólo es personal, sino también colectivo; por ejemplo, todos tenemos la impresión de que a pesar de que los años duran lo mismo, dentro de nuestra escala temporal de vida, ahora los años se van más rápido que antes. El tiempo psicológico se ha acortado quizá por el aumento de la rapidez o velocidad con que cambian las cosas y los asuntos humanos. Quizá para los animales esto no suceda.

En general, la experiencia dice que cuando la cosa es desagradable, el tiempo subjetivo pasa muy lento, y cuando es lo contrario, pasa muy rápido. La gente que trabaja en TV siempre dice que el tiempo en televisión pasa muy rápido. Y la gente que se llena con muchas cosas por hacer dice que el tiempo no le alcanza para nada y se agota rápidamente.

Esa sensación de que ahora el tiempo pasa más rápido se confunde con el número de eventos que ocurren por unidad de tiempo. Así, es la rapidez con que se suceden las cosas en un mundo globalizado e interconectado lo que cambia, y no el tiempo físico el que ha cambiado. El tiempo físico corre igual. De allí que digamos, equivocadamente, ¡qué rápido pasan ahora los años! ¡Qué rápido llegó diciembre! o, peor aun, ¡qué lentos han sido estos doce últimos años!

No hay comentarios:

Publicar un comentario