domingo, 15 de abril de 2012

COMUNIDAD CLARIFICADORA


San Juan, 20: 19-31

En su homilía de hoy, el Padre Alvaro Lacasta (SJ) señaló que los discípulos vivían atemorizados, recuperando la paz al ver a Jesús. Antes de abrir las puertas y las ventanas, abren las del corazón. Una vida de miedo y terror a otra de retos y audacia.

La crisis de la Iglesia tiene por origen un nivel profundo: más que doctrina y predicación, el convencimiento de que Jesús está presente en medio de la comunidad. Es el testimonio de la resurrección, una experiencia que nos acerca más a Él. Convertirnos en testigos del Cristo de la fe que es el mismo Cristo histórico. Bienaventurados los que creen sin haber visto.

Habita por la fe en nuestros corazones, quien entra en diálogo con nosotros. Alegría y entusiasmo frente a la crisis, que la hay como nunca antes. Nadie da lo que no se tiene. Encontrar la fuerza. Él es quien puede transformarnos con su poder de sanación. Vivir como servidores. ¿Hay guáramo? Iglesia amedrentada, miedosa. Hacer que Jesús sea realmente el señor de la historia y de la vida. Hay quienes buscan sustentarse en otro poder, llevando al miedo. Él da la paz.

El Padre Numa Molina (SJ), preguntó qué es la comunidad que vive la resurrección. Anochecer de ese día: los discípulos no creían. El miedo es por la falta de fe, como el recordado pasaje del barquito sacudido por la tormenta.

Miedo consecuencia de la falta de fe. La que no se vive y, apenas, se tiene como noticia reparando en pasiones y muertes. Humanamente, los discípulos tenían razón. Maestro asesinado con gran crueldad. Irrumpe Jesús y falta hoy que lo haga en la Iglesia institucional y la Iglesia Pueblo de Dios. Nos hemos instalado.

Un corazón que pierde miedo, un corazón que está en paz. Jesús se la da. Dejó la última bienaventuranza. Percibimos de muchos modos a Jesús resucitado.

Solidaridad, cariño, amor, perdón. Hechos de los apóstoles: multitud en un solo corazón.Así se vive la comunidad. No hay individualismo. Viviendo a Cristo resucitado, nos saca de los esquemas. Discípulos son diferentes (pescador, publicano, etc.), en un solo corazón.

Tomás no podía reconocer a Cristo, aunque trabajase intensamente en las comunidades como lo hacía. Es la comunidad la que despeja o lo saca de las dudas. Cultivemos la vida comunitaria.

He, 4: 32-35
Salmo 117
1 Jn, 5: 1-6

Ilustración: Takashi Kogawa, "Resurrection of Jesus Christ" (2011)

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