martes, 24 de abril de 2012

YA HAY LÍNEA

De las sombras… y ¿nada más?
Luis Barragán
 

Ya están más calmados los comentaristas de toda la red de radio y televisión del Estado, yéndose por la línea oficialmente trazada por los altos personeros del régimen que tardaron en darla. Luego de las consabidas declaraciones de Eladio Aponte Aponte, pocos se atrevieron a desmentirlas esperando la señal, pues, un error de apreciación, el riesgo que siempre corren de interpretación, hubiese significado la inmediata expulsión de la nómina.

Las más variadas sombras que proyecta el declarante, dicen relevarlos de toda explicación de fondo. Nos paseamos desde la simple negación de las llamadas que hiciera Chávez Frías o la colocación de pruebas en un enlace personal del website del PSUV por un ministro, hasta arribar a los toques calculados del Twitter, evadiendo toda explicación.

La respuesta esperada todavía busca una estrategia que, por ahora, se contenta con la sistemática descalificación de Doble Aponte,  a la espera de un espectáculo de distracción total como el que pueden prever para la ineludible sesión de la Asamblea Nacional. Respuesta de la que está naturalmente exonerado el presidente convaleciente, por cierto, quizá en vías de concebir e implementar una reaparición como las que constantemente ensayaban los hermanos Castro, décadas atrás, luego de alimentar interesadamente toda suerte de comentarios suscitadas por sus ausencias y mudeces temporales. No obstante, el  caso  permite subrayar las escenas finales de “Sombras nada más”  de Sergio Ramírez.

En un juicio popular auspiciado por los sandinistas que avanzaban hacia Managua, principalmente compitieron dos altos ex – funcionarios del somocismo por salvarse. De una acaso insospechada habilidad teatral, el Niño Lobo divirtió y  cautivó a la audiencia contando la vez que el dictador se echó a la piscina rodeado de sus acólitos, quienes se mantuvieron en el agua a pesar de la defecación, celebrada,  incluyendo a Cornelio Hüeck Salomón o Alirio Martinica, víctima definitiva de la anécdota que lo llevó al paredón, mientras aquél fue liberado por las simpatías conquistadas que muy pronto lo olvidaron como el otro sujeto que – simplemente -  no halló cupo en la diversión fecal.

Valga acotar, el comentario es eminente literario, pues hace poco revisamos lo que dijo Alfredo Alzugarat sobre la novela para el Suplemento Cultural de El País de Madrid, años atrás. Empero, recordamos también aquello que decía Fernando del Paso en su introducción a “Palinuro de México”, en torno a la exacta correspondencia entre la ficción y la realidad.

Fuente:
http://www.opinionynoticias.com/opinionpolitica/11572-de-las-sombras-y-inada-mas
Ilustración: Detalle de la portada de Alfaguara de "Sombras nada más" de Sergio Ramírez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario