Brocha gorda para Reverón y Rengifo
Luis
Barragán
Recientemente,
los restos de César Rengifo y Armando Reverón fueron trasladados al Panteón
Nacional en cumplimiento de ya dos viejos acuerdos de la Asamblea Nacional. Y,
con sobradas razones, Nicomedes Febres, no sin aplaudir tamaños ejemplos de
nuestra vida cultural, rechazó la burda manipulación que ha hecho el
oficialismo del trámite que cumple tardíamente, porque – simple - el
oportunismo no tiene límites. Faltando poco, acota que Rengifo fue “un
consentido del mercado y un valor sólido en manos de Pepino Acquavella”,
circunstancia nada baladí que enmudece a los calamitosos marxistas de ocasión.
Toda
una premonición, pues, la materia se convertiría en una de las que
principalmente marcaría nuestro trabajo parlamentario, la primera vez que intervinimos
en una sesión plenaria de la Asamblea Nacional, fue con motivo del
reconocimiento a Rengifo (http://lbarragan.blogspot.com/2012/08/simon-diaz-en-el-parlamento.html),
permitiéndonos añadir el de Simón Díaz e, incluso, al mencionar a José Barbeito,
sugiriendo una situación semejante a la que se ha vivido bajo la dictadura
cubana, luego del excesivo sectarismo y de la manipulación histórica de la que
hizo gala el oficialismo. Años más tarde, al reincidir sobre el tema,
aprovechamos de denunciar la barbarie en la que está sumergido el Cementerio
General del Sur, donde estuvo enterrado (http://lbarragan.blogspot.com/2015/04/salvo-dos-consideranda.html).
Algo
semejante ocurrió con Armando Reverón, objeto de otro proyecto oficialista de
Acuerdo que motivó toda nuestra indignación, porque la sandez – por entonces - sobrepasó los límites (https://www.youtube.com/watch?v=h9OkPWuPDT8).
En nada sorprende que el gobierno tome la mudanza al Panteón Nacional, la de
Reverón como la de Rengifo, entendiéndolos como su asunto, exclusivo y
excluyente, o que el órgano oficial de la corriente predominante en el PSUV
(Ciudad Caracas, 10/05(2016), despache
un reportaje alusivo un poco más discreto, porque – es convicción compartida –
responde a la actual y difícil coyuntura que los coloca contra la pared,
recomendando exaltar determinados valores a la vez que, so pretexto de la
captura de los grandes delincuentes, sus helicópteros aterrorizan con el vuelo
rasante a las comunidades vecinas en una operación que se ha de presumir como
eficazmente quirúrgica.
Por
más que se reclame el oficialismo como enaltecedor de la cultura, por supuesto,
en un ejercicio marginal ante la absoluta prioridad de preservarse en el poder,
se le ven las costuras del magro utilitarismo de oportunidad. Disponiendo de
recursos inauditables, con una burocracia insigne en el dispendio clientelar,
cuenta con un soporte dizque jurídico, labrado en la más torpe demagogia, como
la de aquella normativa destinada a la protección social de los cultores y
artistas que les permitió montar todo un espectáculo en el pasado período
legislativo, en el hemiciclo de trabajo, hábilmente exhibiendo a conocidas y
afines figuras de televisión, pero que, a la postre, demasiado elocuente, de nada
sirvió, porque – sencillo – se robaron
los reales.
En
medio de tantos apremios, los impuestos por las consabidas circunstancias,
Febres puso el acento donde debía. No podemos pasar por alto el divertimento
gubernamental que apela, con una desfachatez de brocha gorda, a cualquier subterfugio
para evadir sus propios dramas.
Ilustración: Ilustración: V. de Los Ríos: Armando Reverón. Elite, Caracas, 23/07/1949.
Referencias:
Nicomedes
Febres Luces: “Reverón y Rengifo”, en:
11/05/2016
Breve nota LB: El tema es secundario, frente a las consabidas circunstancias actuales, intentando detener el gobierno toda consulta popular para una crisis que lo rebasa, pero también ilustrativo de sus rasgos fundamentales. Hallamos algunos enfoques particulares del traslado de los restos, como en http://www.newsjs.com/ve/llevan-restos-de-rever%C3%B3n-y-rengifo-al-pante%C3%B3n/dMFJWEGX7APYDzMo72EMW1GhOTOrM/.
Nada extraña que salga a relucir - faltándole argumentos - Chávez Frías y el imperialismo, en el discurso de Nicolás Maduro, por ejemplo:
No hay comentarios:
Publicar un comentario