martes, 22 de enero de 2013

LAS NUEVAS GENERACIONES ANTE MOROS

Moros Ghersi, un luchador social
María Laura Chang  

Un médico eminente cuida la vida de muchos; un ilustre académico amplía infinidad de conocimientos; un docente destacado enseña y prepara a nuevas generaciones; un ciudadano ejemplar
El título que antecede a su nombre permite recordarlo como un hombre que estuvo sumido al servicio público. Ser médico implicó que entre sus intereses resaltara el empeño por el bienestar de los venezolanos. Eso sí, un bienestar no únicamente ligado a la salud física, sino como personas y como ciudadanos.
En Los Teques, Luisa Ghersi de Moros y Teófilo Moros establecieron una familia numerosa. Carlos Alberto nació el 14 de abril de 1934 y al igual que su papá, se interesó por la medicina. Cursó estudios en la Universidad de los Andes y en la Universidad Central de Venezuela, de donde se graduó como Médico Cirujano en 1958. Años más tarde realizó su especialización en Medicina Interna en la Universidad de Londres. Los valores cristianos lo acompañaron durante toda su vida, incluso en su matrimonio con Pilar, su eterna compañera y madre de sus hijos.
Fernando Rodríguez recuerda la bonhomía del eminente galeno, su sencillez impar, su trato llano, su caballerosidad algo arcaica que ponía en práctica sobre todo al ser docente. En la Escuela de Medicina José María Vargas estuvo a cargo de la cátedra de Medicina Interna. Sus estudiantes le decían “el maestro”, y realmente lo apreciaban porque su persona reflejaba sólo buenas intenciones. En la década de los 70 fue Director de esa  escuela y Decano de la Facultad de Medicina de la UCV.
Enseñar no limitó sus ansias de investigar. Recibió muchos reconocimientos de asociaciones internacionales, debido a los trabajos especializados en materia médica. Esto le permitió imponerse como figura importante en el campo de la salud y desempeñar con excelencia dicha profesión. Fue presidente de la Sociedad de Medicina Interna y del Capítulo Venezolano del American College of Physicians.
La eterna lucha política
“La historia señala que en todos los casos en los cuales se ha querido someter a la Universidad a la ideología o pensamiento que priva en un gobierno dado, esa actitud ha llevado a los grandes fracasos y al deterioro de los países. Por intentar dominarlas se le quita al pueblo la posibilidad de que los conocimientos transformen la sociedad".
El Dr.  Moros Ghersi en el Palacio de las Academias con motivo de un acto homenaje a la Universidad Venezolana, 4 de julio de 2012.
Llegó un momento en el que el doctor entendió que sus labores galenas se hacían insuficientes a la hora de enfrentar el sistema político que imperaba en ese entonces. Se adhirió a las filas del partido Copei, aunque su ingreso jamás significó la exclusión de los contrarios o la limitación de su servicio. Para 1980 fue electo Rector de la Universidad Central de Venezuela, etapa en la cual logró, a voz de Rosalía Moros, “la transformación hacia el bien, la sabiduría y la bondad con el ser humano”
Desempeñó su cargo con los valores democráticos siempre presentes. Entrañable protector de la autonomía universitaria, evidenció que con empeño y diligencia era factible realizar una gestión admirable. Estos ideales lo acompañaron hasta sus últimos días. Cuatro años  de gestión le bastaron para crear el Programa de Alfabetización y el Programa Interuniversitario de Estudios Latinoamericanos, incentivar al deporte y la discusión,  aprobar el Convenio de Trabajo y fundar “Hora Universitaria” periódico de la UCV.
Estaba consciente de la importancia de la comunicación para la sociedad por lo que al momento de presentar el primer boletín expresó: “Hora Universitaria será la voz más alta de la Universidad y permitirá expresar en sus diversas secciones, la opinión reflexiva de los integrantes de la comunidad universitaria”. Por otro lado, apoyó la creación de la Cátedra Pío Tamayo, importante proyecto académico que impulsó ideas innovadoras para la Venezuela de su época.
En 1993 estuvo en el Congreso Nacional como Senador por el estado Miranda durante un período de cinco años. Se interesó por la consecución de  la Ley de Ciencia y Tecnología y la Ley de Educación Superior, uniendo en su labor muchas de las materias de su interés. Al mismo tiempo fue director de la Comisión de Cultura, Educación, Ciencia y Tecnología del Senado, presidente de la Comisión de Salud y Ambiente y presidente de la Comisión Bicameral de Educación.
Pero el eterno servidor público no descansaba. Luis Barragán  resaltó la sensatez, vehemencia, equilibrio, sobriedad y afabilidad que caracterizaba al caballero a la hora de trabajar. Su último cargo político lo ejerció en el año 2000 cuando presidió el Comité Mirandino de Educación, Ciencia y Tecnología. Moros Ghersi batalló hasta que su enfermedad se lo permitió. Constantemente apoyó las iniciativas que firmemente se resistían  a los que atentaron contra la autonomía y la excelencia de la UCV.
El 8 de enero de 2013 el Dr. Carlos Alberto Moros Ghersi  se despidió de la Venezuela que tanto le dolía. Pudo irse tranquilo porque la vivió de manera integral y en su conciencia permanecerá todas las acciones que, sumido en el beneficio social, realizó desinteresadamente con el único fin de dejarle a las nuevas generaciones un país más hermoso.

Fuente: http://opinionynoticias.com/opinionnacional/13808-moros-ghersi-un-luchador-social

Nota LB:  MLCH cursa periodismo en la UCV y, pendiente de un trabajo encomendado, nos contactó. No tuvimos tiempo para una entrevista personal, pero lo referido telefónicamente y en nuestro modesto texto parecieron suficientes. Deseamos resaltar, por una parte, el acercamiento de las nuevas generaciones a quienes hicieron también al país; digamos, es urgente que lo hagan, pues, la república no data de 1999, por lo que la felicitamos en sus aproximaciones al Dr. Moros y al país mismo que hemos sido. Por otra, la facilidad que brindan las redes para la más modesta diligencia académica; constituye una ventaja co la que generaciones precedentes - simplemente - no contaron. Finalmente, la amabilidad de Iván Méndez al acoger el texto de la futura periodista, a quien le agradecemos también la consulta; a veces, no da tiempo de atender correos ni entrevistas que derivan de los artículos que orbitamos.

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